El acusado de matar a su suegra en Monte Alto el pasado 20 de agosto y raptar a su hija de 21 mesesacusado de matar a su suegra en Monte Alto ha roto el silencio ante la juez que investiga el caso. El procesado se negó a declarar, tanto en comisaría como la primera vez que se sentó ante la magistrada tras ser arrestado. Ahora, aceptó responder a algunas preguntas para defender que solo le dio un empujón a su suegra porque trataba de evitar que viese a su hija y que la dejó tendida sobre el suelo de su casa porque desconocía que las heridas fuesen graves. El sospechoso insistió en que padece problemas psiquiátricos, de los que está a tratamiento desde hace años por especialistas de la sanidad pública. El día de los hechos, según su versión, había tomado la medicación e ingerido alcohol.

El imputado sostuvo que cuando amenazó a la víctima con llamar a la policía porque no lo dejaba ver a la niña, la mujer se abalanzó sobre él y le provocó una herida que presentaba en la clavícula. En ese momento, según su relato, salió su hija de la habitación desnuda y su abuela la apartó hacia atrás, lo que provocó que cayese al suelo. "Me enfurecí y fui hacia mi suegra, la agarré, no sé si por los brazos, y la separé contra la pared", indicó. Después, manifestó que se dirigió hacia la habitación para vestir a la niña y llevársela, y que escuchó "un golpe", por lo que entiende que fue cuando la fallecida cayó al suelo.

El procesado subrayó que cuando abandonó el piso, la víctima estaba "consciente, respiraba e incluso estaba protestando". Además, aseguró que casi no había sangre en el suelo y que intentó levantarla, pero que no pudo porque era "un peso muerto". El procesado justificó ante la juez que tras ir a Monte Alto a recoger a su hija con la intención de llevársela unos días al Levante de vacaciones, fue a su casa para cambiarse de pantalón porque tenía machas de sangre. "Cuando me arrodillé para pedirle perdón por el empujón, para acariciarle la cabeza y ponerla en posición de seguridad, ella aún hablaba", relató, al tiempo que insistió en que tiene formación sanitaria porque hizo un ciclo de técnico en laboratorio y auxiliar de enfermería, por lo que la colocó con un brazo estirado y la cabeza girada para que no se ahogase. Después, se marchó sin avisar a nadie "porque no era consciente de la gravedad del estado" de su suegra.

El sospechoso, que permanece en prisión, aseveró que cuando sucedieron los hechos seguía manteniendo una relación sentimental con la hija de la víctima. La mujer, que está asistida por el letrado Diego Reboredo para ejercer la acusación particular, se encontró al llegar a casa de madrugada el cadáver de su madre en el suelo.