El día que presuntamente mató a su suegra, J. M. M. C., de 43 años, escribió decenas de correos a su expareja amenazándola de muerte. La mujer no los vio hasta después de encontrarse el cadáver de su madre, de 73 años, en el suelo del piso que compartían. "Le envié fotos del lagarto destripado porque era una de sus mascotas. Como me atacó, lo pisé y lo reventé", declaró el imputado. También alegó que es "un enfermo psiquiátrico" y que estaba "rabioso" por no saber el estado de su suegra tras dejarla en el suelo. Por ello, según su versión, envió a su ex los mensajes amenazantes.