El primer informe trimestral de la puesta en marcha del plan de acceso a un hábitat digno, que refleja la actividad de los técnicos en el periodo de marzo a junio de 2017, refleja que cuatro familias de las 24 con las que empezó a trabajar el proyecto -con cien integrantes, de los que 47 son menores de edad-, para que abandonasen sus infraviviendas en asentamientos de la ciudad cuentan con "un alto grado de cumplimiento de las medidas y condiciones establecidas en el programa de erradicación del chabolismochabolismo".

En marzo, dos de esas familias -de tres y cinco miembros respectivamente y con cuatro menores a su cargo, una con uno y la otra con tres- recibieron el visto bueno para abandonar la vivienda de alquiler en la que estaban residiendo -es el paso intermedio entre las chabolas y el acceso a una vivienda municipal chabolas-, para hacerse con un piso del parque municipal.

Los técnicos encargados de hacer realidad el plan de erradicación de los asentamientos precarios mantienen a las otras dos familias en "periodo de valoración", ya que consideran que es necesario intervenir en su vivienda actual para alcanzar una inserción social más efectiva y que funcione a largo plazo, que no sea un simple cambio de vivienda. "Se considera que este periodo está llegando a su fin, por lo que, probablemente, antes de final de año se haga una propuesta de adjudicación de vivienda municipal", concluyen los técnicos, sobre estas dos unidades convivenciales, una de ellas formada por cuatro personas, dos de ellas menores, y la otra, por tres adultos y un menor.

La otra cara de la moneda la representan tres familias que actualmente están en un "estadio muy escaso de inserción social", por lo que la intervención de los técnicos con sus componentes está planteada "a largo plazo", con "hitos intermedios de poca envergadura y muy continuados", según el informe, por lo que se requerirá "un seguimiento muy intenso" para conseguir que su inserción sea más efectiva y duradera.

Estos núcleos familiares son más amplios que los que presentan una mayor inserción social. Uno de ellos consta de nueve miembros, de los que solo dos son adultos; otro, de ocho, aunque con frecuencia aumenta, ya que tiene por costumbre acoger familiares en su vivienda de alquiler, de ellos, de nuevo, tan solo dos son adultos; el otro núcleo convivencial lo forman doce personas, con nueve menores a su cargo.

En el grado intermedio de integración social hay 17 núcleos familiares. Cada uno cuenta con una trabajadora social que se encarga de su situación y, según explica el informe, entre los meses de septiembre y noviembre, mantendrán reuniones con ellos para elaborar "una estrategia individualizada" para conseguir el objetivo final de residir en una vivienda "mas estable" a la que tienen actualmente.

Esas 17 familias implicadas en el proceso de erradicación del chabolismo están formadas por 55 adultos y 18 menores, dos de ellas con hasta cuatro pequeños a su cargo. Todas estas personas residen actualmente en viviendas de alquiler de mercado libre en A Coruña y concellos de la comarca.