Los trabajadores de la fábrica de armas tienen depositadas todas sus "esperanzas" en que un socio inversor "normalice la situación, tanto a nivel de carga de trabajo como en la actualización de salarios". Así lo manifiesta el presidente del comité de empresa, del sindicato mayoritario, la CIG, Xabier Riobóo, quien sostiene que Hércules de Armamento mantiene "negociaciones con inversores interesados". El representante de los empleados asegura, después de que Hércules de Armamento haya sido declarada insolvente "total" por los juzgados de lo Social que tramitan las demandas por impagos, que están "esperanzados" con que "fructifique una alternativa".

"Estamos esperando a que se confirme la llegada de un socio inversor. Esa es la noticia deseable. La plantilla está preocupada, pero esperanzada con que haya una salida", indica Riobóo, quien admite que la declaración de insolvencia de la empresa a la que el Ministerio de Defensa adjudicó la explotación de la factoría en 2014 no beneficia en las negociaciones para una posible entrada de capital. El portavoz de la plantilla señala que los alrededor de cien empleados de las instalaciones de Palavea no cobran, por lo que la mayoría ha optado por recurrir a la vía judicial para reclamar sus salarios. Hércules de Armamento, además de ser insolvente, carece de bienes para embargar, por lo que tendrán que recurrir al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).

El año pasado, la adjudicataria contabilizó 1,18 millones de pérdidas, un 126% más que en 2015. En 2016 su endeudamiento incrementó en un 80%, pues alcanzó los 5,1 millones, frente a los 2,8 del ejercicio anterior. A las cuentas negativas se suma la falta de proyectos para mantener una producción estable.

El dirigente del antiguo comité de empresa, Roberto Teixido (UGT), se muestra negativo respecto a que Hércules de Armamento reflote la fábrica. "El proyecto se montó sin capacidad técnica, industrial ni económica. No olía bien y no nos hicieron caso cuando lo advertimos", destaca Teixido, quien defiende que la adjudicación por parte del Ministerio de Defensa "no fue normal" porque el plan presentado por Hércules de Armamento "no era sólido". Los exempleados, que se manifiestan hoy ante la Delegación del Gobierno, exigen que se rescate la concesión y se vuelva a sacar a concurso.