El Concello prevé implantar en noviembre una oficina de atención social en el centro cívico de Labañou. La iniciativa parte de las quejas de los vecinos por los problemas de convivencia que se producen en el barrio y también por el proceso de descentralización de este servicio, que tiene su sede principal en Cuatro Caminos. Y es que, según apuntaron ayer los vecinos que acudieron al Dillo ti -una reunión con el alcalde, Xulio Ferreiro, y los concejales para hablar sobre los problemas de cada uno de los barrios de la ciudad-, la convivencia se ha ido complicando con el paso de los años.

"En breve, este espacio [el centro cívico de Labañou] contará con trabajadoras y educadoras sociales que podrán atender directamente las necesidades de la gente", explicó ayer el regidor municipal, que se reafirmó en su idea de "no dejar a nadie atrás" y no apostar por la estrategia de "cerrar los ojos" o "mirar hacia otro lado" ante los problemas que sufren los vecinos que residen en infraviviendas. Aunque, según explicó, la actuación del Concello no se limita actualmente a ofrecer a los beneficiarios de estas ayudas de acceso a la vivienda una casa a un precio inferior al fijado por el mercado libre, sino que vienen acompañadas de "cursos" para aprender a vivir en comunidad y para saber cómo se debe cuidar una casa. A pesar de ello, Ferreiro lamentó que no se puedan evitar los problemas de convivencia al 100%.

La concejal de Xustiza Social e Coidados, Silvia Cameán, garantizó que el Gobierno local intervendrá en el barrio para mejorar la convivencia, aunque aseguró que sería siempre "desde el diálogo" y la tranquilidad, para que ambas partes consigan entenderse. La edil de Igualdade e Diversidade, Rocío Fraga, que tiene delegadas las competencias de seguridad ciudadana, anunció que pronto tendrá una reunión con la Policía Local para saber si es necesario incrementar el número de agentes en la zona, ya que muchas de las preguntas formuladas por los vecinos se referían al incremento de venta de drogas en el barrio y a la inseguridad en las calles.

El concejal de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, aseguró que, a pesar de que el Gobierno local intenta dar soluciones a todas las personas que tienen problemas de inclusión social, el patrimonio municipal es limitado: 403 viviendas, ni una más por ahora, ya que, según el edil, el Concello prevé incrementar el parque de viviendas por toda la ciudad para ponerlas al servicio de las personas que lo necesitan. Dentro de las que ya existen, Varela adelantó que se seguirán invirtiendo partidas en su arreglo, ante las quejas por "humedades" que le manifestaron los residentes del grupo de viviendas del Carmen. En estas casas se hicieron reformas por valor de 300.000 euros -en las habitadas y en las que estaban vacías- y el Concello solicitará ahora la misma ayuda, la de las Áreas de Rehabilitación Integral (ARI), al Ministerio de Fomento para poder intervenir en el grupo de María Pita.

Los asentamientos chabolistas también entraron en la conversación de ayer en Labañou, y es que, uno de los asistentes preguntó qué pasará con O Portiño y las infraviviendas que hay sobre suelo municipal. Varela aseguró que el objetivo es "regularizar" las construcciones que hay allí para que, "a medio o largo plazo" sea un espacio digno para sus vecinos.