Con las caras pintadas de blanco, alguna sangre de maquillaje saliéndoles por la comisura de los labios y ganas de asustar sin ser víctimas de sobresaltos, así celebraron esta tarde los más pequeños la llegada del SamaínSamaín. Salieron en comitiva,con sus disfraces de vampiros y brujas, acompañados por zancudos y una tarántula gigante de la plaza de Lugo, a las 17.30 horas y, gritando consignas para revolver a los muertos en sus féretros, llegaron a María Pita cuando eran casi las 18.15 horas.

Allí les esperaba, sobre el escenario, Cé Orquestra Pantasma, que les advirtió de que, alguien, antes de que llegasen, le había hablado mal de los niños coruñeses, porque "no sabían cantar ni bailar ni aullar". Algo que demostraron que no era cierto, con el paso de las canciones.

Muertos vivientes, brujas y música, en María Pita

Muertos vivientes, brujas y música, en María Pita