El embalse de Cecebre, que abastece a A Coruña y su área metropolitana, se encuentra por debajo de su capacidad, en estado de alerta. "Está al 39,5%", informa el director de Emalcsa, Jaime Castiñeira, quien pide a los vecinos un "uso responsable del agua" para paliar la situación. La empresa municipal descarta por ahora los cortes de agua pero, según Castiñeira, la recuperación del embalse será lenta. La supresión de baldeos y riegos y la detección de fugas son algunas de las medidas inmediatas.

- ¿Cuál es su análisis de la situación y cómo va a cambiar en los próximos días?

-La previsión meteorológica está cambiando mucho. Por las reuniones que tenemos con Aguas de Galicia y con la Comisión de Desaugamento de la Xunta, no hay una previsión a corto plazo. Va a ser un otoño normal. Dentro de esa normalidad no prevemos que el embalse se vaya a recuperar de una forma rápida. No solo es lo que baje el embalse, sino lo que entre en él. Ahora hay que pensar que estos días dan cierto nivel de lluvias, tampoco mucho, pero nuestra idea es que las lluvias igualen la entrada y la salida. Es decir, que en el embalse entre la misma cantidad de agua que sale. En torno a unos 1.200 litros por segundo.

- ¿Se trata de estabilizar el nivel del embalse?

-Claro. No estoy hablando todavía de llenarlo, sino simplemente de que la salida se iguale con la entrada. Cuando hablamos de cuántos días quedan para que se acabe el agua? Eso es muy complicado porque nunca sabes la entrada exacta. Los dos ríos [Mero y Barcés] son bastante agradecidos, así que en cuanto llueve se nota pronto, se modifica el caudal, por lo que son cálculos muy difíciles de hacer. No estamos todavía en un estado de emergencia, es un estado de alerta. Son casos muy distintos.

- ¿Qué indica ese estado de alerta?

-Que hay que racionalizar el uso del agua lo máximo posible. Durante estos días vamos a convocar la Mesa Metropolitana del Ciclo Integral del Agua para poder coordinar la situación con todos los alcaldes, porque es absurdo que A Coruña tome medidas si no es con todo el área metropolitana, para que exista una coordinación de todas las medidas que desde todos los Ayuntamientos se van a adoptar.

- ¿Cuáles son?

-La supresión de baldeos en la ciudad o de riegos, porque con el nivel de humedad que ya existe en esta época del año, los riegos ya no son tan necesarios. También son muy importantes los riegos privados. Tener un consumo responsable de las piscinas municipales. Es muy importante la detección de fugas. Son pequeñas medidas que tienen que contribuir a reducir ese uso y sobre todo la concienciación social de un uso responsable en una época de sequía. Mi preocupación ya no es la sequía sino que nos estamos comiendo la estación de otoño, viene el invierno y ya tenemos primavera. El embalse necesita recuperarse y para eso se necesitan varios meses de lluvia constante.

- ¿Qué podría hacer cada uno en su casa para evitar que la situación empeore?

-Es un reclamo general para todo el año, da igual que haya poca o mucha agua. Siempre digo lo mismo. Cuando nos afeitamos, que el frío esté cerrado. Cuando vamos a bañar a los niños, que queremos llenarla con agua caliente, hay que poner el tapón antes. Hacer un uso racional de lavadoras y lavavajillas... Son pequeños detalles al día pero la suma de casi 400.000 habitantes abastecidos es muy grande.

- ¿Los vecinos hacen un mal uso del agua?

-No. La verdad es que hace un uso muy responsable. Si la media estatal está en torno a los 142 litros por día y habitante, en A Coruña estamos en 132. Estamos por debajo de la media aunque parezca curioso porque en Galicia siempre ha habido agua de sobra. Lo que pasa es que ahora pedimos ir un paso más allá, ese golpe de efecto para reducir el problema actual. Somos afortunados porque tenemos un embalse cuando hay poblaciones que se están abasteciendo de ríos, y tienen mayores problemas.

- ¿El problema de la falta de agua se consolidará en el futuro?

-Seguro. En A Coruña consumimos mas de dos embalses al año. Un cálculo fácil es decir que si en seis meses no llueve, no tenemos agua. Y se está viendo que cada vez las estaciones están más radicalizadas y tenemos que acostumbrarnos a que esta situación se pueda dar.

- ¿Está siendo el peor año hasta el momento?

-No. En 2008 empezó a llover en enero, cuando se empezó a recuperar el embalse. Yo espero que la perspectiva sea mejor pero la verdad es que no me atrevo a dilucidar. Lo que estamos marcando es tiempos, pautas y garantizando la calidad del agua.

- ¿Cuál es la solución?

-El martes pasado tuvimos una reunión con Aguas de Galicia para tomar medidas entre todos los ayuntamientos. Esas medidas son reducir el consumo pero nuestra idea es aumentar la capacidad del embalse. Tenemos el proyecto del lago de Meirama. Llevamos muchos años trabajando en eso.