Un conductor ebrio reconoció ante el juez que destrozó tres coches durante la misma noche cuando circulaba por una carretera del partido judicial de A Coruña. El imputado colisionó contra otro vehículo, al que echó de la vía, sobre las 22.40 horas del 10 de agosto de 2012 y se dio a la fuga. Tras el accidente, se dirigió a un aparcamiento de un restaurante de la zona, le hizo un puente a uno de los automóviles que estaban estacionados y circuló unos treinta metros hasta que lo estrelló. “Se desconoce qué medios utilizó para acceder al coche. Estaba en iguales condiciones de embriaguez”, indica el magistrado en el fallo.

El acusado, “todavía ebrio”, según destaca el juez en la sentencia, dejó el segundo vehículo en la carretera y caminó hacia la vivienda de un vecino que sabía que solía dejar las llaves del coche colgadas en la pared de su casa, las cogió y se subió a él. Entonces, circuló en dirección a la vivienda de su suegro y, durante el trayecto, le ocasionó daños al automóvil tasados en 490 euros.

La Guardia Civil lo localizó y le practicó la prueba de alcoholemia, en la que dio como resultados 0,89 y 0,86, cuando lo máximo permitido son 0,25 miligramos por litro de aire espirado.