Los tres acusados de robar en seis pisos de la ciudad entre enero y mayo de 2016 e intentarlo en otros tres, de los que tuvieron que huir al ser descubiertos, estuvieron a punto de firmar ayer un acuerdo con las acusaciones para evitar que se celebrase el juicio. El pacto que iban a suscribir, tras declararse culpables, era de cuatro años y medio de cárcel para cada uno de ellos, de los cuales cumplirían tres. El uno y medio restante se sustituiría por su expulsión del territorio nacional durante diez años.

En la sala de vistas de la Audiencia Provincial solo había una traductora rusa, pero dos de los tres procesados son georgianos y nadie hablaba su lengua materna, por lo que su letrado, Diego Reboredo, consideró que era imposible hacerles entender con todas las garantías los términos del acuerdo, que previsiblemente suscribirán esta semana, cuando la Audiencia localice a un traductor de georgiano. "No voy a poder pagar la indemnización que piden porque no tengo dinero, ni dientes ni gafas", advirtió a la presidenta del tribunal de la sección segunda uno de los procesados. Las partes ya dan por hecho que no podrán hacer frente a las indemnizaciones por los efectos robados debido a su situación económica.

Los imputados, si firman el acuerdo que prácticamente se cerró ayer, reconocerán que se trasladaron a A Coruña durante los primeros meses de 2016 con la "finalidad exclusiva" de robar en domicilios particulares. Para ello utilizaban el mismo modus operandi, que consistía en vigilar los pisos, marcar sus puertas con trozos de plástico para comprobar si había personas en su interior y, cuando decidían entrar, mientras uno realizaba tareas de vigilancia en el exterior, los otros se apoderaban de todos los objetos de valor que pudiesen. Así lo hicieron en al menos nueve ocasiones, que son las que la policía pudo probar. En seis consiguieron sustraer efectos de los inmuebles y, en otras tres, tuvieron que huir al ser descubiertos porque había personas en el interior de las casas.

Los sospechosos, según indica la Fiscalía en su escrito de calificación, consiguieron apoderarse de numerosos efectos, la mayoría relojes y joyas, aunque también comestibles, en domicilios situados en A Gaiteira, O Ventorrillo, polígono de Elviña, Peruleiro, segunda fase de Elviña y Os Mallos. Los ladrones huyeron de dos viviendas ubicadas en A Gaiteira y de otra localizada en la segunda fase de Elviña al ser sorprendidos por personas en su interior.

La Policía Nacional localizó restos de ADN de uno de los acusados en algunos de los trozos de plástico intervenidos en la puerta de los inmuebles. Tras arrestar a los sospechosos, los agentes decomisaron en los domicilios en los que residían, situados en el barrio de Os Mallos, efectos utilizados para violentar puertas y cerraduras, así como trozos de plástico para marcarlas, ganzúas, guantes de lana, destornilladores de grandes dimensiones, una pistola de aire comprimido y multitud de piezas de aparatos electrónicos, entre otros efectos. Dos de ellos trataron de identificarse con pasaportes falsos, uno de la República de Eslovenia y, el otro, de Letonia. Los imputados permanecen el prisión provisional desde que pasaron a disposición judicial tras ser detenidos.