La Concejalía de Rexeneración Urbana propone el cierre durante dos años de un after hours del paseo marítimo, que funciona con licencia de cervecería. Además, ordena el pago de una multa de 110.000 euros por una sanción muy grave y otra grave, tras tres mediciones realizadas, dos en horario nocturno y otra diurno, que superaron los límites legales, según recoge la resolución municipal. El Concello rechaza las alegaciones de los propietarios, que replican que siempre han sido "diligentes" con las órdenes del Concello y considera que las mediciones de la Policía Local son "incorrectas", por lo que piden nuevas pruebas.

La junta de gobierno da luz verde este viernes la multa al local, cuya actividad ha levantado las quejas de su entorno vecinal. El expediente de Rexeneración Urbana señala que le corresponde, en primer lugar, una sanción "muy grave", al superar los valores límite de ruido legalmente establecidos (35 decibelios frente a los 10 permitidos) en dos mediciones en horario nocturno el pasado 23 de julio.

Las sanciones muy graves, según la ordenanza de contaminación acústica, se reservan a "la superación de valores límite que sean aplicables, cuando se haya producido un daño o deterioro grave para el medio ambiente o se haya puesto en peligro grave la seguridad o salud de las personas". Las penas por este tipo de infracciones pueden estar entre los 12.001 y los 300.000 euros e ir acompañadas de cierres totales o temporales. El Concello tiene en cuenta, a la hora de calcular la multa el "elevado número de denuncias formuladas por la Policía Local en el plazo de dos años" lo que denota "una clara negligencia o intencionalidad". Por este concepto impone 100.000 euros de pena y un cierre temporal de dos años. A esta cantidad se añaden otros 10.000 euros, fruto de una medición en periodo diurno, concretamente entre las ocho menos cinco y las ocho de la mañana del 4 de septiembre de 2016. El 092 obtuvo un registro de 42 decibelios, "incumpliendo los valores límite de ruido aplicables legalmente establecidos en 7 decibelios".

El Concello rechaza todas las alegaciones a la propuesta de sanción presentadas por la sociedad propietaria de establecimiento hostelero. En ellas, esgrimen haber sido "siempre diligentes en el desarrollo de su actividad con el fin de evitar ruidos y molestias; y cuando han sido detectadas deficiencias, haber realizado las correcciones que se le indicaron desde el Concello". La concejalía replica que desarrolló su actividad "de forma reiterada sin dar cumplimiento a la normativa" y que "el hecho de que en una ocasión adoptase las medidas de insonorización que le fueron requeridas, no puede servir de justificación para que continúe superando los valores máximos".

Los dueños del local consideran que las mediciones de la Policía Local son "incorrectas" y aportan un informe elaborado por una sociedad consultora, argumento que es rebatido con un informe del ingeniero municipal. También replica que hay una "incorrecta tipificación de las infracciones", al considerar que no causan "un grave riesgo en la salud de las personas". Por último, piden nuevas mediciones y se manifiestan dispuestos a "efectuar las correcciones necesarias". La concejalía responde que esto último acreditaría "la existencia de los excesos sonoros que se niegan".