Representantes técnicos y políticos de los municipios integrados en la Mesa Metropolitana del Agua, acordaron ayer tomar las primeras medidas de ahorro ante la prolongada situación de sequía, entre las que está la decisión de aplicar, a partir de la próxima semana, restricciones en los usos del agua en espacios públicos y la reducción, en la medida de lo posible, del consumo innecesario.

Como las lluvias de los últimos días no han bastado para recuperar el caudal de los ríos Mero y Barcés y el nivel del embalse de Cecebre bajó esta semana hasta el 39%, los representantes de la Mesa, entre los que estuvo la concejal de Medio Ambiente, María García, llegaron a la conclusión de que todas las poblaciones que se abastecen adopten medidas conjuntas y responsables.

El listado incluye la restricción del consumo en fuentes ornamentales y elementos similares, la eliminación del baldeo de calles para su limpieza, la reducción de riegos públicos y privados, el control de consumos en edificios e instalaciones municipales y el control de las pérdidas de la red de abastecimiento, para detectarlas y minimizarlas.

Serán necesarios un mínimo de tres meses de lluvias regulares para recuperar las reservas de Cecebre, calculan los técnicos, como reflejaron en la reunión de ayer. La finalidad de algunas medidas es la de aumentar lo máximo posible la duración de los recursos hídricos disponibles, aunque las previsiones meteorológicas, añadieron los expertos, permitan ser optimistas.