La dependencia excesiva del teléfono móvil, de internet y de las redes sociales pone en tela de juicio el uso correcto de las tecnologías de la información y la comunicación. No pocos adolescentes -y también adultos- invierten demasiadas horas al día en atender las pantallas de sus teléfonos y en navegar y comunicarse por la Red en sus ordenadores en detrimento de otras actividades propias de su edad. Este comportamiento de los hijos que preocupa a las familias es el objeto con el que nace un programa sobre prevención de la adicción digital que conducen en centros cívicos de la ciudad el Ayuntamiento y la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga (Aclad). La iniciativa, con dos sesiones semanales de taller por semana, comenzó este mes y continuará en diciembre.

"Por un lado, los menores no perciben en ningún momento los riesgos que conlleva el abuso digital: ven como algo normal la consulta continua de sus móviles. Dicen que les dedican poco tiempo, pero en realidad es mucho. Por otro, vemos que los padres y madres carecen de la información digital que tienen sus hijos, porque vivieron otra época o porque están más desconectados", resume tras las primeras sesiones la psicóloga Maite Lage, que participa en el programa de Aclad.

Estas situaciones requieren intervención: prevención. De lo contrario, recalca Lage, "el problema se convierte en algo adictivo". Porque en los menores es reiterado recurrir a internet y utilizar el teléfono sin que haya imperiosa necesidad. "Las adicciones más habituales son controlar los mensajes de WhatsApp, estar pendiente de la vibración del móvil, entrar en internet para consultar cualquier mínima cosa y hacer apuestas online o jugar", repasa Lage.

Las sesiones de los talleres de Aclad se celebran por grupos: dos a la semana para menores de 11 a 13 años, otras dos para jóvenes de 14 a 18 y dos más para los padres. Con vídeos, imágenes y preguntas, una psicóloga, dos educadoras y una trabajadora social plantean situaciones y conflictos ante los que dar respuestas y soluciones. Hijos y padres tienen la palabra, a la que debería seguirle la concienciación y la acción.

Puede apuntarse libremente cualquier usuario que lo desee en los centros cívicos de Monte Alto, Ciudad Vieja, Elviña, Monelos, San Diego, Eirís y Novo Mesoiro, donde se organizan las jornadas en noviembre. Estas y otras instalaciones municipales seguirán con el programa el mes próximo.