A finales de 2007, el Ayuntamiento estudiaba la posibilidad de modificar la circulación en la calle Panaderas, ya que soportaba un intenso tráfico que se complicaba por la estrechez de esta vía. En aquel momento estaban terminando las obras de los nuevos edificios del Papagayo, cuya ocupación hacía prever que se incrementase aún más el paso de vehículos. Ya en 2005 habían comenzado los análisis sobre el problema y entonces se planteó la posibilidad de que el tráfico fuese solo en sentido de subida hacia la plaza de España, pero dos años después se pensó en la solución contraria, lo que obligaría a quienes se dirigiesen al Papagayo a dar un rodeo por las calles Sol y Hospital.

Pero también surgió otra propuesta, la que defendía la existencia de un carril para el tráfico general y otro, en la dirección contraria, en exclusiva para los autobuses urbanos. Ya en la propuesta para reformar la plaza de Pontevedra, el ganador del concurso, José González-Cebrián, defendió la recuperación del carril bus que había existido en San Andrés, aunque el Concello no tuvo en cuenta su idea.

Un año más tarde, el Gobierno local implantó un carril bus desde la calle Federico Tapia hasta la de San Juan. Curiosamente, en todo ese recorrido el único tramo en el que el autobús no disfrutó de un espacio reservado fue la calle Panaderas. Tras casi tres años de funcionamiento, la llegada del PP a la Alcaldía acabó con este modelo viario, que Marea Atlántica pretende recuperar con otro trazado.