La posibilidad de que se recupere el tranvía turístico suscita opiniones muy diferentes entre los cuatro grupos municipales, según permitió comprobar ayer el debate organizado sobre este asunto por la asociación Metropolitana Coruña 3.0. Mientras que Marea Atlántica opta por incluir esta iniciativa en la nueva licitación del transporte urbano, PSOE y PP creen que puede restablecerse entre las Esclavas y la Torre, aunque el BNG lo rechaza de plano.

Andrés Precedo, el presidente de la asociación convocante del acto, recordó que cada uno de los cuatro tranvías que se conservan costó un millón de euros y que el déficit anual de su gestión era de 200.000 euros, que para él no justifica su cierre, ya que todos los transportes turísticos precisan de subvención para mantenerse. Precedo estimó que el tranvía forma aún parte de la imagen de marca de la ciudad y propuso su prolongación hasta el pie del monte de San Pedro para facilitar su uso conjunto con el ascensor existente en ese lugar.

El ingeniero de Caminos Gael Sánchez, de la empresa Terravanza, explicó que el tranvía fue recuperado en numerosas ciudades españolas para mejorar el transporte público y regenerar partes de los cascos urbanos. En el caso coruñés su déficit y problemas de mantenimiento motivaron su paralización, por lo que propuso analizar las posibilidades que tiene este medio para potenciar el turismo ante la imagen que proporciona a la ciudad.

"Está fuera de toda duda que el tranvía es una imagen icónica de la ciudad", manifestó el concejal de Mobilidade, Daniel Díaz Grandío, para quien la diferencia del coruñés con el de otras localidades es que en ellas surgió como medio de transporte. El edil destacó que el tranvía requiere inversiones muy elevadas, que el coste de cada kilómetros de trazado se sitúa entre los 10 y los 15 millones de euros, por lo que cree necesario "un análisis económico para ver si es asumible esa inversión". También señaló que la nueva licitación del servicio de transporte urbano es una ocasión para incluir el tranvía en el mismo, así como para extender la oferta hasta el área metropolitana.

"Queríamos combinar el tranvía con un bus turístico, una opción que hay en muchas ciudades, pero no nos dio tiempo", señaló la concejal del PP Begoña Freire sobre su gestión al frente del departamento de Transportes en el anterior Gobierno local. Recordó que su partido decidió suprimir el servicio en 2011 tras un descarrilamiento y el informe técnico que reveló que se habían producido 23 incidencias y la existencia de numerosos defectos en el trazado.

"La única decisión válida era la suspensión", aseguró Freire, quien añadió que se reparó el tramo entre las Esclavas y la Torre, por lo que podría recuperarse el servicio en el mismo, aunque hasta el castillo de San Antón su coste es muy elevado, de 26 millones.

La socialista Yoya Neira, concejal de Transportes en el Gobierno local bipartito, coincidió en que el tranvía era un reclamo turístico y defendió que su déficit era asumible y que tenía una rentabilidad social. Para ella, los informes con los que el PP planteó su supresión fueron "sacados de contexto", por lo que apostó por recuperarlo en la zona de Riazor pero no por el momento en el resto de su recorrido.

"Hasta ahora no tuvo un atractivo turístico suficiente", dijo la nacionalista Avia Veira sobre el tranvía, del que destacó que sus gastos duplicaban a los ingresos, así como que su recuperación sería "muy complicada y cara". Para esta concejal, la tarjeta Coruña Card debería incluir descuentos en el bus para los turistas, mientras que la reordenación de las líneas que se proyecta podría incluir una de carácter turístico. Veira se mostró además contraria a dar prioridad a este tranvía cuando en su opinión el transporte público no tiene el funcionamiento adecuado.