"El clima nos está acompañando", reconocen los arqueólogos y técnicos que desde mediados de septiembre excavan y restauran, una vez más, el castro de Elviñacastro de Elviña. Hasta febrero, como señala el contrato, proseguirán con sus trabajos de campo en la fase actual de extracciones y consolidación del yacimiento coruñés. En los tres meses siguientes los despachos, los informes y los veredictos de Patrimonio determinarán, si no hay retrasos, en qué condiciones puede ser abierto y expuesto a la ciudadanía el castro como elemento de atracción histórica, cultural y ambiental.

La sequía prolongada que en Galicia tanto castiga a quienes trabajan la tierra no ha causado la misma preocupación a quienes, sin lluvias, han podido desarrollar sus ocupaciones científicas sin grandes inconvenientes en el castro de Elviña. "Aunque hubiera sido mejor trabajar en verano", matiza Marco Antonio Rivas, el arqueólogo municipal, el déficit hídrico del otoño ha favorecido hasta ahora el acabado de las estructuras desenterradas, su convivencia con la vegetación del entorno y la protección de los elementos expuestos a la luz.

Once personas, encabezadas por el director del proyecto, Luis Francisco López, trabajan en las excavaciones de los cuatro sectores delimitados del castro. Desbrozan, desentierran, limpian, clasifican, contrastan, estabilizan estructuras de los restos de una muralla que una vez protegió una aldea o lo que fue una rudimentaria vivienda. "En todas las zonas está bastante avanzada la excavación, no tanto la restauración en general", resume López.

La muralla alta del sector 2, el que tiene mejor conservación, es la más estabilizada. Allí se advierten la entrada al poblado fortificado, un recinto principal y caminos que fueron calles. "El realzado de las estructuras pone de manifiesto su monumentalidad", destaca Rivas. También es fácil hacerse una idea de lo que fueron casas en el sector 4, cerca de la singular fuente-algibe, desde donde muy a lo lejos se divisa la Torre de Hércules y los historiadores creen que se ejercía incluso un control del tráfico portuario. En el ámbito 3 aún es necesario retirar vegetación para comenzar las excavaciones.

Cuando finalicen los trabajos de campo habrá que concluir la memoria técnica y realizar labores de interior como el tratamiento y la catalogación de las piezas que se encuentren. Las dos fases se adjudicaron a mediados de año a la empresa Desarrolla con un presupuesto que superó los 600.000 euros. El proyecto es una recuperación del que se desarrolló en la campaña anterior de 2014. Las primeras excavaciones en el castro de Elviña datan del año 1947 y se paralizaron en largas etapas.