La colaboración interinstitucional entre el Estado, la Xunta, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y el Concello de A Coruña para decidir el futuro de los terrenos que quedarán desafectados de su función portuaria con la puesta en marcha de la dársena exterior de punta Langosteira está cada vez más lejos. La conselleira do Mar, Rosa Quintana advirtió de que la intención de la Xunta es seguir adelante con el acuerdo anunciado a mediados de octubre por el presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, con el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, en el que pactaron que no se venderán los terrenos de La Solana ni los de Batería y Calvo Sotelo. Fue un acuerdo a dos bandas, aún sin concretar y sin participación del Concello, que maneja su propia propuesta, y que fue obviada ayer por Quintana en su respuesta en el Parlamento a una pregunta formulada por el diputado socialista Juan Díaz Villoslada.

El muelle de San Diego y el Petrolero están condenados a la venta, según este acuerdo de Xunta y Puertos del que no se han dado más detalles desde octubre y que Quintana aseguró ayer que se concretará "en las próximas semanas". "A partir de ahí iniciaremos una nueva fase en la que lo importante no es crear consorcios ni otras figuras administrativas y, mucho menos, discutir políticamente sobre ese aspecto", dijo ayer Quintana, ante la propuesta del PSdeG de formar un consorcio para "liderar los trabajos necesarios para una correcta desafectación de los terrenos y su necesaria ordenación".

Sobre esta entidad de gestión, la conselleira do Mar aclaró que no rechazaba ninguna fórmula, aunque la del consorcio la dejó descartada de facto cuando explicó que en otras ciudades no había funcionado, que estos entes habían quebrado y que habían tenido que buscar alternativas. "Si una fórmula no funcionó en otros puertos no busquemos cometer los mismos errores", zanjó Quintana, citando los casos de Bilbao y Valencia. A pesar de ello, la titular de Mar aseguró que, sea cual sea la solución a la que se llegue en este aspecto de gestión, la Xunta mantiene su intención "de estar" presente y de participar.

El Gobierno local recibió el pasado 24 de octubre al presidente de Puertos del Estado, José Llorca, con un protocolo de colaboración en la mesa, también proponía la creación de un consorcio presidido por el Concello pero con presencia de Fomento, Adif, Autoridad Portuaria, Xunta y Diputación. En este documento, solicitaba una decisión integral sobre los muelles y que no se separasen por lotes, que es la opción elegida por Puertos y Xunta y que, según las declaraciones de ayer de la conselleira, ni siquiera se ha tenido en cuenta. El socialista Villoslada criticó ayer, como ya lo había hecho también el Concello, la decisión unilateral de Xunta y Puertos del Estado de llegar a acuerdos sobre la fachada marítima de la ciudad manteniendo al margen a la Administración local.

La encargada de responder a las cuestiones planteadas por el PSdeG fue la conselleira do Mar -que designa al presidente de la Autoridad Portuaria- aún cuando eran sobre ordenación del territorio y no tenían nada que ver con detalles técnicos del funcionamiento de los puertos. En su intervención, Quintana no dejó en ningún momento la puerta abierta a la modificación del acuerdo al que habían llegado Feijóo y Llorca, por lo que descarta que se cumplan las peticiones de la Comisión Aberta en Defensa do Común, que reunió en una manifestación en mayo a 4.000 personas, para pedir que todos los terrenos desafectados sean entregados a la ciudad gratuitamente.

El Gobierno local se mostró dispuesto a pagar por La Solana 1,4 millones de euros -el precio de tasación que le había puesto la Autoridad Portuaria- pero ahora, tal y como dejó ayer claro la conselleira, este complejo deportivo no saldrá a la venta, porque así consta en el acuerdo de Puertos del Estado y la Xunta. El hotel Finisterre, sin embargo, se queda fuera y podrá cambiar de manos en subasta.

Villoslada afeó al presidente de la Xunta que se arrogase unas competencias que no le pertenecían para decidir sobre la fachada marítima y que dejase a un lado al Concello y a los vecinos. "Los desencuentros no solo no contribuyen a mejorar el posicionamiento económico de la ciudad y del Puerto sino que contribuyen a un debate malintencionado e interesado que trata de desacreditar a una infraestructura necesaria, moderna y llamada a ser el motor económico del norte de Galicia, a la vez que demora la necesaria transformación de la fachada marítima interior de la ciudad", explicó ayer Villoslada

El diputado socialista cargó también contra la gestión del presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, ya que no ha participado ni en el acuerdo de la Xunta con Puertos del Estado ni ha llegado a un entendimiento con el Concello. "Recordemos el intento de subasta al mejor postor de La Solana y el Finisterre, frenado por el pleno del Concello con el apoyo del PP. El informe del Tribunal de Cuentas tampoco deja en buen lugar las actuaciones de la Autoridad Portuaria", remarcó Villoslada.

La decisión de vender los muelles se basa en los acuerdos firmados por el Estado, la Xunta, el Concello de Arteixo, el de A Coruña y Adif en febrero de 2004, en los que se garantizaba la financiación de la construcción del puerto exterior con la venta de los terrenos portuarios desafectados. Tras la presión social, ya no se plantea la especulación con todos los muelles, sino que hasta la Xunta y Puertos del Estado han cambiado su postura para que algunos de ellos mantengan su titularidad pública. En el pleno municipal, Marea, PSOE y BNG defienden revisar aquellos acuerdos.

"Las previsiones de este Gobierno para la transformación portuaria están claras -resumió la conselleira-: queremos una solución que no pase por la confrontación y el tacticismo político sino por hacer más Coruña. En esta solución basada en el realismo tienen que tenerse en cuenta dos objetivos: que A Coruña tenga patrimonio público en el puerto interior, porque es la clave del futuro de la estructura de la ciudad, sin que lleve a una situación de dificultad económica y financiera al Puerto". La Xunta defiende que no se vendan La Solana ni Batería ni Calvo Sotelo, pero sí el hotel Finisterre, el muelle Petrolero y el de San Diego. El Gobierno local había anunciado en marzo su propuesta de que Calvo Sotelo y Batería acojan un Museo del Mar y de la Emigración y una alameda sobre el mar.