El Informe de Sugerencias y Reclamaciones (SyR) de 2016 recoge quejas de los vecinos sobre las incidencias a las que se han enfrentado durante ese año. Se quejan de que hay poco personal municipal para atender las oficinas de movilidad, que hay parcelas abandonadas que generan suciedad, también de que la señal inalámbrica de internet del centro cívico de Monte Alto es muy floja o de que la de Feáns no funciona, de que el alumbrado de su calle se pasa días apagado o de que en Historiador Vedía no existe el botón de desconectado y hay iluminación 24 horas, así como de que hay coches abandonados que necesitan ser retirados, de que hay ratas, vecinos que alimentan gaviotas y gatos sin control y de que hay árboles que piden a gritos una poda.

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Se quejan también de que las duchas del Club del Mar carecen de presión, hay vecinos que piden que se restablezca la actividad de yoga en el centro cívico de Pescadores y otras, que O Castrillón recupere las clases de bolillos de las que habían gozado, cuando menos, durante los últimos seis años. Un clásico de estas reclamaciones es la tarjeta Millennium, que siempre aparece en estos informes, ya sea por los problemas para recargarla, por las colas que se ven obligados a soportar los usuarios cuando quieren renovarla porque ha dejado de funcionar o por todos estos motivos.

El cambio de la empresa concesionaria del servicio de la ORA y la implantación de los nuevos parquímetros, en los que hay que poner la matrícula para retirar el tique, generaron también quejas en los conductores, ya que, al principio, no comprendían el funcionamiento de las nuevas máquinas y no tenían muy claro cuál debían usar durante los días en los que los expendedores de la antigua concesionaria convivieron con los de la recién contratada.

En este informe de Sugerencias y Reclamaciones, que cuenta con 10.954 comunicaciones, hay de todo, hay casos concretos, como el de dos usuarias de Bicicoruña, que llegaron "tarde a trabajar" porque calculaban utilizar la estación de la Casa de los Peces para dejar las bicicletas y no pudieron hacerlo porque llevaba un día fuera de servicio, pero nadie se lo había comunicado, hasta vecinas que hacen quejas generales, como que hay "proliferación de ratas" por toda la ciudad o que es necesario cambiar el mapa de recorridos de los buses urbanos y que las fuentes de agua potable que hay en las plazas no funcionan correctamente, algunas porque no tienen agua y, otras, porque no paran. En la plaza de la Cormelana, no pasa ninguna de estas dos cosas, pero los vecinos se quejan de que no pueden usar la fuente porque, según su testimonio, un residente en la zona utiliza este servicio para limpiar la pintura de sus pinceles, lo que provoca que esté siempre sucia y no se atrevan a beber.

Otros vecinos se toman este servicio de reclamaciones y quejas -que se pueden formular a través de internet, en el 010 o a través de los trabajadores municipales- de una manera más teórica y muestran su desacuerdo con la "maniobra especulativa" de Defensa en los terrenos de A Maestranza, también se oponen al cambio del calendario de cobro del IBI y hasta muestran su desacuerdo con la modificación del recorrido del desfile de Carnaval y de la cabalgata de los Reyes Magos. Pero hay también quien lo usa para felicitar al 010 por su trabajo y por la información que, día a día, proporciona a los vecinos en apuros y también a las trabajadoras de la biblioteca Infantil e Xuvenil "siempre con una sonrisa" y con el objetivo de que los usuarios encuentren lo que buscan.

Entre las casi 11.000 reclamaciones registradas a lo largo de 2016, las hay que responden a acciones en bloque, como la de los vecinos de la calle Oslo que el 23 de febrero decidieron unirse para reclamar que la línea de bus 24 amplíe su recorrido hasta su calle. Y es que las rutas del bus urbano son siempre foco de reclamaciones y quejas. Los hay que piden que los buses de la línea 21 [de Juana de Vega a Novo Mesoiro] y de la 23 A [del Abente y Lago a la Urbanización Breogán] pasen con más frecuencia por sus paradas. También los trabajadores del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) que viven en el recorrido de la línea 12 A [desde la Ciudad Escolar al centro sanitario] solicitan mejoras en los horarios de esta ruta, ya que consideran que no están bien cuadrados con los de los empleados del hospital.

También los pasajeros de la línea especial de la Universidad [plaza de Pontevedra o San Pedro Mezonzo hacia la Facultad de Filología] creen que el servicio podría mejorar si se ampliase el recorrido hasta la avenida de Gran Canaria.

Al igual que los trayectos de los buses rojos de Tranvías, las bibliotecas municipales tampoco dejan indiferentes a sus usuarios. Una socia se queja de que se haya ampliado a un mes el tiempo que cada usuario puede tener en casa el material retirado de las bibliotecas, considera que, de este modo, es "imposible" acceder a las novedades hasta varios meses después de que hayan sido adquiridas, dando por hecho que todos los usuarios agotan el tiempo de préstamo y que su reserva sobre el material nunca es la primera. Otro usuario, sin embargo, cree que "no hay mucho tiempo" para dedicarle al ocio actualmente, por lo que propone poder quedarse con los materiales un poco más en casa.

Entre los usuarios de las bibliotecas hay también diversidad de opiniones sobre el tiempo de acceso a internet -una hora por persona y día, salvo en la sala de adultos de O Castrillón, donde no hay límite y en el Ágora, donde las mañanas de lunes a viernes, los turnos son de 120 minutos- y sobre las actividades culturales, ya que, algunos estudiantes consideran que son incompatibles con su necesidad de concentrarse.

La puesta en marcha de los bautismos civiles también ha generado entradas en el registro, pero para solicitar la participación, no para manifestar quejas. Algunas de las propuestas que los vecinos pusieron encima de la mesa en este informe de Sugerencias y Recomendaciones se han visto satisfechas durante este ejercicio, como la renovación de las butacas del Palacio de la Ópera. Un usuario pedía que se tapizasen aunque, finalmente, se ha cambiado todo el patio de butacas.

También se han ajustado los ciclos semafóricos en el centro de la ciudad que ocasionaron malestar a los vecinos tras la puesta en marcha del túnel de la Marina y una vecina que solicitaba quedarse con un cartel de los de la maratón de 2016, a partir de este año podrá tenerlo en forma de bolsa, ya que las lonas informativas de las fiestas y actos municipales son reutilizadas por los usuarios de la Fundación Adcor, centrada en mejorar la vida de las personas adultas en situación de dependencia.

Quedan en la lista de deseos por cumplir peticiones como la de un residente en Lonzas, que propone la instalación de una mesa de pimpón en el barrio para fomentar entre los jóvenes "hábitos saludables y sociales"; la apertura de una pista de tenis en Os Mariñeiros, unas porterías de fútbol en la plaza cercana a la calle Luis Díaz González, en las inmediaciones de la rotonda del pavo real o la reparación de las losas rotas de la plaza de Tabacos, que son la preocupación de una vecina de la zona, o la mejora de la iluminación en algunos parques y calles.

En este registro los vecinos alertan también de que la máquina expendedora de bebidas y comida instalada en el número 13 de la ronda de Outeiro "produce descargas eléctricas" y de que los juegos infantiles, sobre todo el barco de la Marina, acumula tanta energía estática que da calambres a los pequeños.

Los centros cívicos y los pabellones tampoco se salvan de las críticas de los vecinos, y es que, de la biblioteca de la Sagrada Familia se llevan los rollos de papel higiénico, en Eirís la calefacción dejó de funcionar, en el de A Silva, según un usuario, tienen que llevar las cartas de casa para poder jugar la partida y, en el pabellón de Os Rosales, hubo días en los que la ducha solo echaba agua fría. Una usuaria de la bebeteca del Ágora se queja de que la calefacción está demasiado alta y que los trabajadores del edificio alegan que no pueden bajarla porque forma parte de un sistema centralizado.

En el chequeo no se salvan tampoco las señales de tráfico, sobre todo las de espejos que, con el paso de los días, los temporales y algún que otro choque, pierden la perspectiva y dejan de facilitar las maniobras a los conductores. Algunos proponen también la reordenación del tráfico, como la instalación de un ceda el paso a los vehículos que se incorporan desde la parte posterior de la calle Belén, a la altura del número 15, a la calle Sagrada Familia. Y son protagonistas también los contenedores de basura, algunos porque desaparecen sin ser repuestos, otros porque necesitan ser vaciados o porque sus barras de sujeción ya no existen.

Hay también quejas solitarias, como la del vecino que pide que se retiren "unas zapatillas" que cuelgan del cableado del alumbrado que discurre entre las calles Laracha y Ramón María Aller y el del que considera que un espectáculo programado en el FamiliRúa no es adecuado para el público infantil "por tratar temas políticos y religiosos".