Entre 2012 y 2016, según los datos de la Fiscalía Superior de Galicia, 316 menores de la provincia de A Coruña evitaron sentarse en el banquillo de los acusados tras pedir perdón y resarcir a las víctimas de sus delitos. Los datos del último lustro incluidos en la memoria del Ministerio público memoria reflejan un descenso de un 50,6% entre 2012, cuando llegaron a acuerdos extrajudiciales 75 menores, y el año pasado, cuando lo hicieron 37. A la justicia restaurativa, que es la que permite a las partes llegar a un acuerdo extrajudicial, se acogieron una media de 86 menores al año en A Coruña entre 2008 y 2016.

La provincia es la segunda, detrás de Pontevedra, en la que los acuerdos extraprocesales tienen un mayor peso, pues aglutinaron en 2016 el 26,62% de los registrados en toda Galicia. Los adolescentes menores de 18 años que han evitado enfrentarse a un juicio supusieron el pasado ejercicio un 8,35% de los expedientes de reforma tramitados, y un 11,93% de las 310 sentencias dictadas por los Juzgados de Menores de la provincia. Para la Fiscalía, los pactos extrajudiciales son idóneos cuando los adolescentes cometen delitos de menor entidad. A ellos solo pueden acceder los niños que carecen de antecedentes en su historial y se enfrentan a su primer expediente de reforma.

El reconocimiento de los hechos y el pedir disculpas a la víctima es el primer paso para cerrar el asunto sin enfrentarse a un juicio. El segundo, reparar el daño, es decir, compensar al perjudicado. El menor, por tanto, debe asumir el abono de las responsabilidades civiles que le correspondan por su acción. La mayoría de los acuerdos de este tipo son relacionados con pequeños hurtos o con delitos de daños.

En casos de faltas más graves, los menores solo pueden acogerse a esta vía bajo la condición de asistir a programas educativos que deben superar. Algunos de los casos más habituales son los relacionados con delitos contra la seguridad vial. Cuando los adolescentes son sorprendidos conduciendo sin permiso, es habitual que eviten ir a juicio bajo la condición de asistir a un curso de educación vial.

La estadística de 2016 de la Fiscalía Superior de Galicia refleja que en la provincia de A Coruña se emitieron 310 sentencias de menores que fueron enjuiciados, de las que ocho fueron absolutorias. De las condenatorias, 190 se dictaron tras la celebración de juicios, mientras que 112 fueron emitidas de forma oral en las salas el día señalado para la vista después de que el abogado defensor llegase a un acuerdo sobre la condena con el Ministerio público y, en los casos en que estuviese personada, la acusación particular. Las sentencias notificadas en A Coruña -310- suponen más de la mitad de las emitidas el pasado ejercicio en toda Galicia -564-.

Los delitos contra el patrimonio, de lesiones y de violencia familiar fueron los más cometidos por menores en la provincia en 2016, al igual que en el resto de la comunidad. La Fiscalía registró 246 hurtos, 85 robos con fuerza y 46 robos con violencia cometidos por menores; mientras que contabilizó 307 delitos de lesiones y 114 relacionados con la violencia familiar, en la mayoría de los casos contra los padres o los abuelos. En Galicia, se produjeron 242 casos de violencia en el ámbito familiar de niños o adolescentes menores de 18 años, frente a los 298 del año anterior, lo que supone un descenso del 18,7%. En la provincia de Pontevedra, este tipo de delito es el segundo ilícito más cometido por los menores, solo superado por las faltas contra el patrimonio. Los datos también revelan siete casos de violencia de género con menores implicados.

En total, en A Coruña en 2016 se registraron 918 delitos cometidos por menores, frente a los 2.219 de Galicia. En la provincia coruñesa fueron enjuiciados 256 niños, lo que representa el 44,52% de los que se sentaron en el banquillo de los acusados en la comunidad.