La familia Prada, concesionaria del transporte urbano de A Coruña, recibió ayer un galardón que les distingue como herederos de una tradición y como empresarios que han hecho de sus negocios, su casa. El presidente de la Compañía de Tranvías, José Prada, agradeció ayer el premio y aseguró que, durante todos estos años, solo había recogido "el testigo del esfuerzo y la pasión" depositada por sus predecesores cuando crearon la entidad en 1901. Aseguró que la suya es una empresa privada, pero con "vocación de servicio público", que tiene como rasgo definitorio el "amor a la profesión".

José Prada es el hijo de Isaac Prada, el creador de la compañía, que nació en Portela, en O Barco de Valdeorras, donde fundó su primera empresa de transporte de mercancías, más tarde, se adentró en el transporte de viajeros y, en 1965, se hizo cargo de la concesión para explotar en bus la línea entre Puerta Real y Riazor.

"Solo los que nos hemos dedicado en la vida a seguir avanzando en el sueño iniciado por nuestros antepasados comprendemos el reto que implica superarse cada día y tratar de mantener vivo ese núcleo de unión para dejárselo a nuestros sucesores en perfecto estado de revista", comentó en su discurso Prada, ya que la empresa la dirige ahora su hijo Ignacio Prada.