Tiempo de cuentas en la Universidad, de cálculos y planificaciones económicas para el ejercicio 2018. Se instaura una sensación de optimismo contenido. El claustro aprobó el pasado martes sin ningún voto en contra las líneas generales de un presupuesto que incrementa su cuantía a pesar de continuar ajustado a una tendencia de moderación en el gasto.

La subida es del 3,2%, con un montante que en un año pasa de 119,44 a 123,29 millones de euros. No habrá por tanto inversiones relevantes, aunque sí un crecimiento de recursos que debería permitir a la institución afrontar con más comodidad sus gastos corrientes y abonar las pagas extras a los trabajadores, según anunció esta semana el rector, Julio Abalde.

La ampliación del resumen presupuestario pasará ahora por el Consello de Gobierno y a continuación por el Consello Social, que le dará luz verde. La Universidade da Coruña (UDC) ha evitado detallar públicamente destinos concretos de sus partidas económicas, por lo que queda por conocer el alcance de sus inversiones en conceptos como las ayudas a los estudiantes, la reforma del estadio universitario y la puesta en servicio de la residencia universitaria en parte del colegio Calvo Sotelo, que debería abrir sus habitaciones a principios de 2018.

La institución asume para el próximo año un conjunto de seis retos contables que confía que le permitan disponer de holgura financiera, avanzar en sus líneas de investigación, reforzar la imagen institucional y las relaciones internacionales, mejorar la oferta académica, desarrollar especializaciones y aumentar los gastos de personal.

Con la contención del nivel de gasto como bandera, la UDC enfoca la planificación de un ejercicio de estabilidad que dé respuesta a necesidades funcionales y docentes, pero que todavía anhela un eficaz incremento de los fondos estructurales y una búsqueda de fórmulas de financiación mediante la cooperación entre las instituciones.

Estas son algunas cifras conocidas en la programación general: las inversiones caen un 9,7%, de poco más de 11 millones a 9,9, al igual que los gastos financieros, hasta un 27%; en cambio las ayudas que le proporcionan otras administraciones, las transferencias corrientes, crecen un 66%, de 2,7 a 4,6 millones de euros, así como los gastos corrientes (mantenimientos, seguridad, combustibles, jardinería, cánones), que pasan de 14,4 a 15,5 millones, un 7,5% más; un aumento menor (2,1%), no por ello sin importancia, es el de los gastos para el personal académico, que absorben casi el 75% del presupuesto y llegarán en 2018 a los 92,2 millones de euros.

La elaboración del documento contable de la UDC para 2018 viene determinada por nuevos factores. La institución recibirá 4,2 millones de euros en mensualidades que se abonarán durante los próximos tres años, que provienen de la revisión del cálculo del coste estándar del fondo que la Xunta reparte entre las tres universidades gallegas, corregido gracias a la sentencia favorable a la UDC en el recurso que presentó por la financiación del periodo 2010-2015.

Con la vista en el frente, la Universidad diseña dos planes estratégicos de los campus de especialización, con los que el objetivo es potenciar la oferta académica y la formación de profesionales en los grados de Paisaje y Gestión Industrial de la Moda y los másteres de Videojuegos y Diseño Industrial, que se impartirían en A Coruña y Ferrol.

Con estas directrices supeditadas a los recursos económicos y a una corriente reciente de austeridad, la Universidad afronta un ejercicio económico liberado de deudas y con el reto permanente de reforzar la función formativa de sus estudiantes.