El paso de la borrasca Bruno por A Coruña dejó un total de 24 incidencias durante la noche del martes que fueron atendidas por los servicios municipales de emergencias y que fueron subsanadas en las primeras horas de ayer por las compañías de servicios, según explicó la concejal de Seguridade, Rocío Fraga, quien detalló que el caso más grave fue la caída de árboles en la calle Pablo Picasso, posiblemente debilitados por el anterior temporal de este mes, denominado Ana.

La caída del muro de cierre del jardín de una urbanización también en Pablo Picasso cuyos cascotes afectaron a algunos vehículos, la inundación de un ático, la caída de vallas en la avenida de Arteixo y de unas baldas en San Roque de Afuera fueron otros de los problemas ocurridos, además de las ramas arrancadas de árboles y los atascos de canalones, señaló Fraga.

La concejal destacó que los efectos de este temporal fueron mucho menores en la ciudad que los del anterior y añadió que también hubo que revisar instalaciones de alumbrado e iluminación navideña que amenazaba con caer a causa del viento, una situación que provocó el desplome de varias instalaciones de este tipo -incluso sobre un bus urbano que circulaba por San Andrés- durante la borrasca Ana, que también derribó árboles.

El anuncio de la llegada del temporal Bruno llevó a las autoridades a decretar la alerta amarilla y naranja por vendaval, lluvia y oleaje, que se mantuvo en el mar hasta ayer. Los servicios de seguridad del Ayuntamiento cerraron los accesos a las playas de la ciudad ante las previsiones meteorológicas, ya que existía riesgo de carácter importante por la fuerza del viento, aunque en esta ocasión no hubo ningún incidente con personas que tratasen de bañarse a pesar del mal estado de la mar. El Concello también colocó cintas de seguridad para impedir el paso peatonal a los parques y jardines.