Las lluvias caídas en las últimas tres semanas permitieron aumentar el volumen de agua embalsada en Cecebre hasta alcanzar ayer el 48,2% de su capacidad, cuando a principios de diciembre el nivel había descendido hasta el 33%. Pese a esta recuperación, la presa que abastece al área metropolitana coruñesa se encuentra en el porcentaje más bajo al terminar el año desde 2005, con la única excepción de 2007. Ese año se caracterizó por una severa sequía que llegó a dejar el embalse en estas fechas al 28,2% de su capacidad tras el otoño más seco en Galicia desde 1951, que tuvo menos precipitaciones que los veranos de las tres décadas precedentes.

El nivel habitual en el último registro del año efectuado por Augas de Galicia en los últimos trece años se sitúa en torno al 60%, ya que al margen de los de 2017 y 2007, el más bajo fue el de 2005 con un 54,9%, mientras que el más alto fue el de 2008 con un 66,3%. Esta última cifra se encuentra cerca del límite máximo que puede alcanzar el embalse en el periodo invernal, situado en el 70%, y que se justifica por motivos de seguridad ante la posibilidad de que un episodio de lluvias intensas pueda hacer que el agua rebase el muro de la presa.

El inicio del invierno está permitiendo recuperar los niveles de agua en las presas gallegas tras un otoño calificado como "extremadamente seco" por la Agencia Estatal de Meteorología, puesto que las precipitaciones solo alcanzaron el 20% de lo que es habitual durante esa estación.

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La fuerte subida del volumen embalsado en Cecebre en los últimos días no implica sin embargo cambios en las medidas preventivas adoptadas por Augas de Galicia, que mantiene la declaración de alerta por sequía en toda la comunidad gallega. De los 19 embalses existentes en la comunidad para el abastecimiento de la población, todavía hay seis cuyo nivel se encuentra por debajo del coruñés, aunque las previsiones de que las lluvias continuarán en las próximas semanas podrían mejorar de forma notable la situación de todos ellos.

La permanencia de la alerta por sequía hace que se mantengan las restricciones del agua en las fuentes ornamentales, la supresión del baldeo en la limpieza de las calles, la reducción del riego de los jardines, el control del consumo en los edificios municipales, así como el de las pérdidas en la red de abastecimiento para minimizarlas.

El regreso de las precipitaciones tampoco cambia los planes para contar con una reserva adicional al embalse de Cecebre. Si en el pasado se planteaba aportar agua a la presa coruñesa desde las de Vilagudín y Vilasenín -situadas en Ordes y Cerceda respectivamente-, esa opción ha quedado descartada con la creación del lago artificial de As Encrobas, que ocupa el hueco de la antigua mina de lignito a cielo abierto.

El proyecto para unir las dos masas de agua mediante una tubería de 1,3 kilómetros de longitud fue ejecutado ya en parte con la inversión de dos millones de euros en la instalación de la captación en el lago, pero el tendido de la conducción precisa de otros ocho millones y de la autorización de Augas de Galicia. Ante el agravamiento de la sequía durante el pasado otoño y con el fin de adelantar la disponibilidad del agua del lago, Emalcsa y Augas de Galicia optaron por efectuar un bombeo desde As Encrobas hasta el río Barcés, uno de los que abastecen al embalse de Cecebre junto con el Mero.

El plan para llevar a cabo este bombeo sigue en marcha, ya que las reservas de agua siguen por debajo de los niveles habituales y la repetición de los periodos de sequía en los últimos años obliga a contar con un suministro de emergencia para afrontar con tranquilidad estas situaciones.

El trasvase a Cecebre desde el lago de As Encrobas a través del Barcés era la solución planteada para evitar las restricciones en el consumo en el área metropolitana, que se veían cada vez más cercanas ante la persistencia de la sequía. A pesar del descenso del nivel del embalse coruñés, la calidad del agua siempre se mantuvo en los índices legales, sin que se produjeran los problemas existentes en Vigo, donde Xunta y Concello polemizan acerca de este asunto.

El alcalde salió el mes pasado en defensa de la calidad del abastecimiento proveniente de Cecebre para asegurar que la ciudadanía debe tener una "tranquilidad absoluta", ya que además de los controles que se efectúan de forma continua en la presa, todo el agua que llega a la red desde allí pasa previamente por la planta potabilizadora de A Telva antes de llegar a los hogares, lo que garantiza que es apta para el consumo humano.