Las naves de Comandancia de Obras, okupadas desde hace trece meses y en las que el Gobierno local pretende crear un centro de actividades para la juventud, son propiedad del Estado, pero la responsabilidad de su mantenimiento, conservación y custodia corresponde al Ayuntamiento, según indica la cesión provisional de las instalaciones que el Ministerio de Defensa y la administración local firmaron a finales de 2013. Defensa argumenta que ese acuerdo convierte al Concello en el responsable del desalojo de los okupas si estos no quisieran abandonar las naves para que otro Ministerio, el de Fomento, comenzase las obras de rehabilitación previas al arranque del proyecto municipal.

Los trabajos en tres de los edificios del antiguo recinto militar acaban de ser adjudicados por Fomento y la empresa debería empezar a intervenir dentro de un mes. Tendrán una duración prevista de 16 meses y su presupuesto es de un millón de euros. Pero los okupas instalados en las naves de la avenida del Metrosidero han expresado su rechazo al proyecto del Concello y tras acudir el jueves pasado a una reunión informativa sobre este plan para los jóvenes anunciaron su intención de no salir del lugar.

El alcalde, Xulio Ferreiro, aseguró un día después que las obras en Comandancia se van a ejecutar e insistió en que el Ejecutivo local apostará por "las vías del diálogo" para tratar de convencer a los ocupantes de las naves de que las abandonen para no obstaculizar la reforma. El regidor y otros concejales de su equipo han apelado reiteradamente al diálogo estos días y esquivado cualquier alusión a un posible desalojo. La responsable de Participación, Claudia Delso, ha admitido que el Ayuntamiento estudiará la posibilidad de habilitar un espacio municipal para reubicar de forma temporal las actividades que actualmente se realizan en Comandancia.

El colectivo okupa, llamado Centro Social Okupado A Insumisa, ha difundido un comunicado en el que señala que su espacio, donde se celebran actividades culturales y políticas, "está en riesgo de desalojo inmediato". Defiende su okupación como "medio para generar espacios liberados", subraya la "solidaridad" y el "apoyo mutuo" como motores de su funcionamiento, y rechaza la intervención del Concello y del Estado en su proyecto, que asegura que es el mismo que propone el Gobierno local.