Fue en segundo de carrera cuando el ingeniero de Obras Públicas Juanma Larrañaga empezó a pensar en la importancia del carril bus en una ciudad como A Coruña. Desarrolló el proyecto, centrándose en un tramo de la ronda de Outeiro, y consiguió con ello el segundo premio de esta aula de la Universidad. "Tuvimos una asignatura que se llama movilidad metropolitana y la profesora, Margarita Novales, nos encargó una práctica que consistía en hacer una plataforma reservada para bus", recuerda el ya exuniversitario.

Se sintió atraído por el tema, así que no dudó en dedicarle su proyecto de fin de grado. La plataforma central reservada que ideó conecta la estación de tren de San Cristóbal con la tercera ronda, a la altura de la rotonda del pavo. "Me decidí por esa zona de la ciudad porque creo que la intermodal de la estación de San Cristóbal va a ser muy importante", destaca. Señala además que por la tercera ronda entran muchos vehículos del área metropolitana. "Según el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, se quería hacer un parking disuasorio en la zona. Entonces la gente que llega por ejemplo de Arteixo dejaría ahí el coche y se subiría al bus para ir a cualquier lugar", explica.

En su proyecto, Juanma Larrañaga aumentaría la distancia entre una y otra parada con el fin de reducir el tiempo de cada trayecto. "Cuanto menos paradas, más velocidad y por tanto más rápido el viaje en bus", comenta, y añade: "La frecuencia sería de cinco minutos".

El ingeniero defiende que "este carril bus sería viable" en la ciudad. "Se quiere implantar en Juan Flores y yo creo que también se debería hacer en Alfonso Molina", opina. Además de que "la gente gana tiempo" con este servicio, entiende que también tiene "beneficios medioambientales y económicos". "Habría mejoras en la calidad del aire porque se utilizarían menos coches, también se reduciría el ruido y las vibraciones", aporta, aunque considera que "la comodidad del viajero" también es importante.