- Su intervención en el pleno fue tan dura con la gestión del Gobierno local como la de la portavoz del PP. Sin embargo, el PSOE apoyó el presupuesto.

-El ámbito presupuestario debe estar ausente de conflictos entre políticos y a la ciudad hay que dotarla de instrumentos para que avance. Para nosotros era fácil haber bloqueado las cuentas, pero nos parecía importante que por primera vez en este mandato hubiera un presupuesto casi en plazo. Este es el momento de comprometernos con los ciudadanos más allá de intereses políticos a corto plazo y de tácticas electorales. No son los presupuestos que el PSOE hubiera diseñado, pero quien gobierna es Marea.

- Si los han apoyado, en algo tienen que satisfacerles, ¿no?

-Creemos que adolecen de un proyecto de ciudad ilusionante, su modelo no es el nuestro. Se centran en pequeñas actuaciones y en programas para visibilizar cosas, pero no tiene ninguna gran actuación pendiente y que son más críticas, como la estación intermodal, Lavedra, el Puerto y el plan de movilidad. Está bien el incremento de las partidas sociales, algo que los socialistas ya hacíamos, pero no hay un norte claro: somos muy críticos con la mercantilización de un centro de atención a los sin techo, algo que no es de este tiempo; y nos preocupa la renta social, que fue un gran logro, pero que necesita una reestructuración que la haga eficaz, porque hablan todo el rato de ella y la están descapitalizando y convirtiendo en algo poco útil.

- ¿Por qué no hicieron más aportaciones en estos aspectos?

-Incluimos ciertas actuaciones en obras públicas, pero las grandes decisiones tienen que venir de mano del Gobierno local, no podíamos decirles que cambiaran toda la partida de inversiones. No queríamos que el presupuesto fuese una confrontación política más, les dijimos que no hay grandes retos pero ellos han defendido sus prioridades.

- ¿Qué ha cambiado para que el Gobierno local y el PSOE dialoguen ahora mejor que al comienzo del año?

-Los dos cambiamos a los interlocutores directos. Que estuviese Xulio Ferreiro en los encuentros ayudó, ya que las personas en las que él antes tenía confianza entendían de otra forma lo que es una negociación. Nos vamos conociendo más, pero el diagnóstico que hacemos de la ciudad es crítico. A Coruña no avanza, sino que retrocede en campos que inciden en la generación de empleo y el dinamismo económico. Ahora podemos transmitir mejor estos asuntos a la Alcaldía y parece que hay más sensibilidad, como se ha visto con el mantenimiento de las ayudas a todas las entidades de la ciudad que hemos defendido; ellos cedieron en eso y nosotros cedimos en otras cosas. Hay muchos programas que el PSOE incluyó en el presupuesto de 2017 y se mantienen en el de 2018.

- ¿La cuestión de confianza, la no formación de Gobierno local alternativo y la posterior aprobación del presupuesto de 2017 fueron claves para que Marea y PSOE se entiendan mejor?

-No. La moción de confianza fue una decisión unilateral del Gobierno local que fue convulsa. Presentar presupuestos con cuestión de confianza es una herramienta que para nosotros no es manera de hacer ciudad, porque después las cuentas se pueden enmendar y a nosotros nos hubiera resultado fácil hacerlo de forma muy intensa. Tras todo aquello ellos tienen ahora la libertad para hacer, pero tienen que demostrar que son capaces.

- ¿Cómo cree que funciona el Ejecutivo local?

-Pensamos que hay concejales que no están haciendo bien su trabajo, hubiera sido importante haber hecho cambios significativos porque hay ediles que de lo que están trabajando no saben o no entienden o no les gusta, y eso se nota. Muchas áreas no tienen una buena interlocución política con el funcionariado, cesan a gente, ponen a otra. No funciona bien el área de empleo y formación, durante tiempo tampoco funcionó bien urbanismo. Falta autocrítica, en ningún pleno han admitido una equivocación y una rectificación. Toman muchas decisiones en solitario y se equivocan. Quitan responsabilidades pero mantienen a gente: Xiao Varela le ha quitado competencias a Claudia Delso y a Daniel Díaz.

- Ya con el presupuesto aprobado, ¿el PSOE va a ser más crítico con la gestión municipal?

-Ahora no va a haber disculpas para bajas ejecuciones presupuestarias en ningún área y para decir que no se les deja tener un presupuesto. A partir de ahí empieza la política de cada uno de los grupos. Si se tuercen las cuentas o vienen con modificaciones extemporáneas, nosotros seremos bastante exigentes. A ver qué pasa con el IMCE, que tradicionalmente no se gestiona de manera correcta, y que en 2018 sube mucho su presupuesto. Hemos puesto la ciudad por encima de todos los intereses y lo seguiremos manteniendo. Si la ciudad avanza y se hacen bien las cosas lo diremos y si es al contrario, también. Nuestra oposición será firme y constructiva.

- Insiste en el avance de la ciudad y en el pleno dijo que A Coruña tiene capacidad para soñar en grande. ¿Usted la ve ahora paralizada y sucia?

-Me reafirmo. La ciudad tiene capacidad para soñar en grande, ya lo hizo en décadas pasadas con proyectos singulares que la colocaron en el mapa internacional: el paseo marítimo, la Orquesta Sinfónica, los Museos Científicos, la distinción de la Torre de Hércules como patrimonio de la humanidad? Pero ahora la ciudad tiene grandes conflictos en muchos ámbitos: a los policías locales no se les recogen las demandas salariales, el presupuesto para las bibliotecas es excesivamente bajo, hay problemas con Nostián, con la concesión de Tranvías, con la ORA, con parques y jardines, con los museos, con la recogida de basuras. Pregunte a los vecinos y le dirán que los contenedores están poco cuidados y que la limpieza en muchos barrios no es la que tendría que ser. Si el Concello no se dedica a lo básico y hace florituras o se centra en menudencias, la ciudad se resiente, está doliente.

- ¿Qué proyectos importantes apoyarían ustedes?

-Por ejemplo, hacer un consorcio de transporte metropolitano, y en cambio hemos dejado que la Xunta meta autobuses de la periferia sin proyecto. No podemos congratularnos con que va a haber carriles bici y más bicicletas, es lo mínimo que una ciudad europea del siglo XXI tiene que tener. En los ámbitos textil, tecnológico, pesquero o cultural hay proyectos para que la ciudad sea un referente internacional, no podemos quedarnos a competir en la liga gallega.

- ¿Tiene algún mensaje que enviar al resto de la oposición?

-Tienen bastante con lo que tienen, no les diré lo que deben hacer, pero me gustaría que hubiera más normalidad en el trabajo de la oposición para construir ciudad, como ya hicimos nosotros al instar a juntarnos en una mesa cuando fracasó el proyecto individual de Marea para aspirar a fondos europeos. Hay proyectos en los que tenemos que estar todos juntos y ser leales, y creo que el principal es el del puerto, que supondría la mayor transformación de la ciudad en su historia.

- La conselleira Beatriz Mato ha reconocido públicamente que le apetece ser candidata a la Alcaldía del PP. ¿A José Manuel García también por el PSOE?

-Abrir debates antes de tiempo no es bueno, y menos en una entrevista. Cualquier persona que esté en política no puede tener un desempeño más ilusionante que el de ocupar la Alcaldía de su ciudad, pero yo no estoy en eso. Estamos en unos procesos internos en el partido, con los congresos provincial y local a la vista, que debemos acabar de manera serena. Cuando toque ya se hablará. Y seguramente acertaremos con las mejores personas para ocupar puestos de responsabilidad.