Tres de cada diez vehículos que acude a las estaciones de ITV situadas en Sabón y en el polígono Espíritu Santo son rechazados en la inspección. Los técnicos detectaron el año pasado deficiencias en un 28% de los coches, la mayoría relacionadas con las luces y los neumáticos y, por tanto, fácilmente visibles por el conductor. El porcentaje de turismos incrementó con respecto al año anterior, 2016, cuando en las mismas estaciones fueron rechazados el 26%.

Además del mal estado del alumbrado y las ruedas, el tercer lugar en el ranking de condiciones que incumplieron los automóviles el año pasado se situaron las emisiones contaminantes debido al endurecimiento de los requisitos implantados por el Ministerio de Industria a partir de julio de 2016. La portavoz de la empresa concesionaria de las ITV, Supervisión y Control, Carmen Fernández Díaz, destaca que el estado del parque de los vehículos que acuden a Sabón y a Espíritu Santo es "bueno", ya que más del 70% pasan la inspección a la primera. Aún así, señala que "llama la atención" que el principal motivo de rechazo sea "año tras año" elementos como las luces y los neumáticos, "pues su mal estado o los problemas de funcionamiento son fácilmente detectables por el propio conductor antes de presentarse en la ITV, evitando así la incomodidad de tener que volver".

En 2016 el tercer motivo de rechazo, por encima de las emisiones contaminantes, fue por incidencias relacionadas con los sistemas de frenado. El endurecimiento de requisitos para la protección del medio ambiente provocó un incremento de dos puntos en los automóviles que fueron rechazados en Sabón y Espíritu Santo. En 2016 no pasaron las pruebas el 26% de los coches, frente al 28% del año pasado, algo que la empresa Supervisión y Control achaca a las condiciones más restrictivas de los exámenes relacionados con las emisiones contaminantes.

La mayor parte de las deficiencias asociadas a la ITV de los vehículos se corresponden con los sistemas de seguridad activa, es decir, aquellos que sirven para evitar que se produzca un accidente. Hasta el pasado 30 de noviembre, en 2017 habían superado las inspecciones a la primera 102.658 automóviles en la ITV de Espíritu Santo, frente a los 86.758 de Sabón, donde a la segunda lo consiguieron 28.795, frente a los 34.362 de las instalaciones ubicadas en Sada. La edad media de los turismos inspeccionados en Galicia en 2016 fue de 16 años. La edad más elevada fue la de los vehículos agrícolas, con 28 años de media, y los autobuses, con 11 años, la más baja, según informó la compañía concesionaria. Estas cifras se corresponden con el número de vehículos inspeccionados, no matriculados. La mayoría de los turismos no pasan la ITV hasta que tienen cuatro años. La Dirección General de Tráfico informó en 2017 que la antigüedad media de los coches matriculados era de 12 años.

Uno de cada cinco vehículos del parque móvil de Galicia supera los 20 años y cerca del 70% ya tiene más de una década, lo que afecta a la seguridad vial. Casi el 80% de las averías que sufren los automóviles tienen que ver con el mal estado de los neumáticos. Más de un millón de utilitarios en España, un 5% del total, circulan con defectos graves en las ruedas, principalmente por llevar una profundidad del dibujo por debajo del límite legal de 1,6 milímetros, tener un desgaste irregular por una mala suspensión o una alineación incorrecta o tener una presión errónea. La Guardia Civil pone en marcha campañas a lo largo del año para concienciar sobre la importancia de circular con las ruedas en perfecto estado.