- ¿A qué se debe el aumento de los hogares con un solo miembro

-Se debe, especialmente, al envejecimiento de la población y al incremento de mayores de 75 años que, en buenas condiciones de salud, pueden vivir solos. Y, también, a la proliferación de nuevas formas de convivencia que hacen referencia a cambios de valores entre las generaciones más jóvenes que ya no consideran que sea necesario vivir en pareja o casarse para sentir una vida feliz y en plenitud. Además, habría que tener en cuenta también los casos de personas que rompen con su cónyuge o con su pareja de hecho y deciden vivir en solitario. Las rupturas matrimoniales también estarían detrás de estos datos.

- ¿El envejecimiento de la población que vive sola será un problema?

-Que la población viva sola en un hogar no tendría que suponer un problema si es una opción elegida. Ahora bien, no es positivo para aquellos/as que necesitan cuidados, sobre todo, si estos son de larga duración. Vivir solo puede ser un problema en la vejez si no se cuenta con otros mecanismos de apoyo que fortalezcan los vínculos sociales y que refuercen el sentimiento de cohesión del individuo en la comunidad.

- ¿La reducción del número de miembros de las familias se debe a la situación económica o a un cambio de mentalidad?

-La reducción del número de miembros de la familia es anterior a la crisis económica y forma parte de un cambio cultural de valores en torno a las relaciones íntimas y a cómo los individuos configuramos nuestra familia ideal. Las personas elegimos y planificamos el tipo de familia que queremos y de ahí surgen una pluralidad y diversidad de opciones en las que es frecuente la reducción del número de hijos. Ahora bien, también hay que tener en cuenta que esta disminución del número de descendientes también puede estar relacionada con otras cuestiones como puede ser la escasa implicación de los hombres en las tareas de cuidados y la escasez de políticas públicas que promuevan la crianza de los más pequeños. Por ahora, estas necesidades están más cubiertas por las abuelas y abuelos y por el mercado, contratando servicio doméstico, que a través de políticas sociales.

- ¿Hacia dónde evoluciona el perfil de la familia gallega?

-La familia gallega es cada vez más diversa, plural y con unas relaciones intergeneracionales más próximas. Además, cabe mencionar la enorme solidaridad existente entre las distintas generaciones familiares que se traduce en trasvases económicos, de afecto y de cuidados. El envejecimiento de la población gallega, y el sobreenvejecimiento, es decir, el aumento de los mayores de 85 años, junto con el escaso número de nacimientos, es siempre el desafío de nuestra región, la cual no solamente ha visto perder efectivos jóvenes con las oleadas migratorias históricas, sino que también cuenta con una reciente diáspora de salidas hacia el exterior. Ello no favorece el reemplazo generacional. Así que las familias seguirán siendo pequeñas y puede que más frágiles si no se les apoya adecuadamente desde las políticas públicas.

- ¿Galicia sigue la tendencia del resto de España?

-En este sentido, sigue la misma tendencia que el resto de España, aunque en Galicia siempre el envejecimiento es un proceso demográfico más grave por la historia migratoria de la región, por el regreso de estos migrantes una vez que se hacen mayores y por la reducción de la natalidad.

- ¿Cómo afectará la escasa natalidad?

-Las reducciones de los presupuestos públicos en las políticas sociales, sobre todo las referentes a los cuidados de larga duración, agravan la situación. Ahora mismo, desde la Facultade de Socioloxía estamos realizando un proyecto de investigación titulado: Cuidados en el ámbito comunitario: Experiencias, prácticas y vínculos para el sostenimiento de la vida en España y en América Latina, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, en donde exploramos vías comunitarias de cuidados y sus beneficios. Se trata de iniciativas organizadas a veces con las políticas públicas y con el tercer sector y, en otras ocasiones, son autogestionadas por los ciudadanos y que se centran en apoyar a nivel de comunidad, de barrio, a las personas que requieren cuidados. Se trata de mecanismos de apoyo social que implican a vecinos, familia, amigos, y que se basan en la filosofía de la ayuda mutua.

-¿Qué opina de la emancipación tardía en España?

-La emancipación tardía es un rasgo característico de España. Es cierto que la precariedad laboral inhibe la independencia de los jóvenes, pero incluso en épocas de bonanza en España se lideraba la edad media más elevada de los jóvenes en los hogares de sus progenitores. Es un rasgo cultural que se asocia a la autonomía de los jóvenes cuando estos consigan el trabajo estable y la posición económica que no los desclase con respecto a sus familias de origen. O sea, que nos emancipamos con estabilidad y con la idea de mantener el estatus social y económico de nuestros padres. Es específico de España pues en otros países es habitual salir de casa para estudiar en la universidad y ya no volver al nido.