Rodeado de sus cuatro hijos, nueve nietos y nueve bisnietos, entre más familiares, Domingo Pérez González celebró ayer su 100 cumpleaños con una comida en el hotel Finisterre. Nacido en una aldea de Ourense, se afincó en A Coruña a su vuelta de la emigración en Alemania. Regentó un bar en la calle Arenal, de Monte Alto, y hoy baja a diario a charlar con los vecinos al parque de Artillería.