La Casa Cornide entró ayer en el salón de plenos a través de una moción del BNG, que a finales de septiembre pasado había protagonizado la toma simbólica del balcón del histórico edificio de la Ciudad Vieja, propiedad de la familia del dictador Francisco Franco. La iniciativa para exigir la recuperación del inmueble para el patrimonio de la ciudad, que fue aprobada, contó con los apoyos de Marea y el PSOE y recibió la abstención del PP, que, sin embargo, defendió la devolución del edificio.

El consenso de los tres grupos supone que el Ayuntamiento adopte medidas que le permitan recuperar la Casa Cornide, como propietario del inmueble anterior a los Franco. También se insta a la Xunta y al Gobierno estatal a la eliminación de los derechos hereditarios a efectos tributarios para que el inmueble pase a formar parte del patrimonio de A Coruña. El acuerdo incluye además el traslado de la votación de la moción a estas administraciones.

El concejal de Culturas, José Manuel Sande, adelantó que el Consello da Memoria Democrática, un órgano anunciado por el Gobierno local para garantizar el cumplimento estricto de la ley de Memoria Histórica y los valores de justicia y reparación, tendrá como primer cometido analizar la situación del histórico edificio y la conveniencia de su devolución a manos públicas.

Marea, PSOE y BNG rechazaron la enmienda presentada por el PP, en la que este grupo solicitaba que la supresión de los derechos hereditarios a la que aludía la moción no fuera tenida en cuenta. La portavoz nacionalista, Avia Veira, resaltó que esta es el objetivo principal de su iniciativa. El edil popular Miguel Lorenzo admitió que su grupo desea la recuperación del inmueble "con respeto a la legalidad", pero censuró la forma del BNG de exponer la moción, "con falta de respeto al rigor jurídico".

La Casa Cornide, construida a mediados del siglo XVIII, llegó a ser Casa do Concello y sede de dependencias municipales. En 1962 fue enajenada mediante subasta pública y el mejor postor fue el empresario coruñés Pedro Barrié de la Maza, que ofreció 305.000 pesetas. En el escrito de la adjudicación se expresaba el deseo de transferir el edificio a Carmen Polo y Martínez Valdés, esposa del entonces jefe del Estado, Francisco Franco, que finalmente la incorporó a su patrimonio. La portavoz nacionalista, Avia Veira, denunció "corruptelas franquistas" que permitieron que la Casa Cornide acabara en manos de la familia del dictador.

El Bloque realizó el pasado mes de agosto su particular conquista de bienes en la ciudad y la comarca que son propiedad de la familia Franco, con la toma del pazo de Meirás, donde un grupo de personas denunciaron "el expolio realizado en beneficio de la familia Franco". La segunda ocupación fue en la calle Damas, en la Ciudad Vieja, con la subida de otro grupo vinculado al frente nacionalista al balcón de la fachada principal de la Casa Cornide, desde donde reclamaron la devolución al pueblo de este edificio. Entre ellas, estaban el secretario de Organización del BNG, Bieito Lobeira, y el portavoz local de la formación, Manel Méndez. La Policía Nacional intervino una hora después para tratar de poner fin al acto reivindicativo, que no culminó hasta una hora más tarde con el abandono del balcón.