El protocolo anunciado el pasado 10 de octubre por los presidentes de la Xunta y de Puertos del Estado que debe recoger la ordenación de los terrenos urbanos del Puerto sin haber dado margen de intervención al Concello acumula tres meses de indefinición. Alberto Núñez Feijóo y José Llorca comentaron entonces que ese protocolo, que establecería que los muelles de Batería y Calvo Sotelo y el complejo deportivo de La Solana no serán vendidos y seguirán en manos de la Autoridad Portuaria, estaría materializado "en las próximas semanas". Más de 90 días después de aquel anuncio se desconoce el estado en el que se encuentra el documento que regulará el acuerdo. "Se está trabajando en ello", señalan fuentes de Puertos del Estado. La Consellería de Mar, departamento al que remite la Xunta para dirigir consultas sobre este protocolo, no ha dado explicaciones a este periódico.

Otro protocolo, el que el Ayuntamiento entregó a Llorca dos semanas después para proponer la colaboración entre las administraciones y la creación de un consorcio presidido por el Concello para gestionar el espacio liberado en los muelles urbanos cuando las empresas se trasladen al puerto exterior, tampoco ha recibido respuesta del órgano dependiente del Ministerio de Fomento. La Xunta y la Autoridad Portuaria también disponen de esta propuesta de convenio que defiende el uso público de los muelles sin despiezarlos por intereses especulativos.

El presidente de Puertos del Estado comentó entonces, el 24 de octubre, que necesitaría un mes de plazo para hacer un "análisis político" del planteamiento dado por el Concello a su propuesta de protocolo y ofrecer una respuesta. Superado con creces ese plazo, fuentes municipales apuntaban ayer que Llorca no ha enviado aún la contestación.

La falta de avances en estos asuntos deja sin aclarar cómo se gestionará la ordenación de los muelles de Batería y Calvo Sotelo, por los que el Puerto preveía obtener 25 millones de euros por su venta y la de los terrenos de La Solana y el hotel Finisterre. Feijóo comentó hace tres meses que esta zona, en la que el plan general autoriza a construir equipamientos comerciales y hoteles, se iba a "seguir haciendo ciudad dentro del patrimonio público y de decisiones públicas".

La parcela de La Solana tampoco será vendida, aunque al seguir siendo del Puerto, como avanzó Feijóo en octubre, el Concello no podrá adquirirla, tal como era su intención hasta que la Xunta y Puertos informaron sobre su acuerdo por los terrenos portuarios después de haberse reunido varias veces sin convocar al Ayuntamiento.

El muelle de San Diego queda también pendiente de definición, si bien el presidente gallego anunció que un "estudio concreto" determinará de qué manera su futuro servirá para conseguir fondos con los que afrontar la deuda contraída por la Autoridad Portuaria para financiar las obras del puerto exterior.

El alcalde, Xulio Ferreiro, ha comentado en las últimas semanas que lamenta que el Concello aún no haya recibido una propuesta seria sobre la ordenación de la zona y califica que el anuncio del protocolo entre Xunta y Puertos es "una foto" para declarar su "voluntad de excluir a la ciudad de las decisiones" sobre estos terrenos.