Suena el timbre y al abrir la puerta un comercial nos presenta una oferta irrechazable: un descuento en la factura de la luz. Al mes siguiente se ha transformado en pesadilla. Gastos adicionales, servicios de mantenimiento que desconocíamos o incluso la pérdida del bono social son algunas de las consecuencias de estas "altas fraudulentas" que cada vez más acaban con reclamaciones ante la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC). Una de sus técnicas, Lidia Blanco, ofrece hoy a las 17.30 horas una charla en el Colegio de Farmacéuticos (Riego de Agua, 29) para enseñar cómo evitarlas, invitada por la Asociación Provincial de Amas de Casas, Consumidores y Usuarios.

- ¿A qué riesgos nos enfrentamos cuando abrimos la puerta para comprar un producto?

-Hay riesgos importantes. Últimamente han aparecido comerciales con prácticas agresivas que vienen a ofrecernos una rebaja en el suministro eléctrico. Los consumidores creen estar recibiendo información correcta y firman contratos que lo que indican no es una rebaja sino cambios en la contratación de suministros.

- ¿Y esto en qué se traduce?

-En algunos casos son personas que están en el mercado regulado y pasan a ser clientes del mercado libre. Esto está generando un montón de problemas. Además de estar mal informados y de que posiblemente muchos consumidores no querían que se les hicieran esos cambios, moralmente se sienten engañados.

- ¿Qué implicaciones tienen estos cambios?

-Por ejemplo en el bono social, que es específico del mercado regulado. Llevan al mercado libre a personas que están en el mercado regulado con bono social por lo que sus condiciones contractuales cambian: esto supone que normalmente van a pagar más en consumo, en lo que es la tarifa variable de luz, pero además les incluyen en sus contratos servicios adicionales, de los que a menudo no se les informa pero que ellos firman, como servicios de mantenimiento.

- Hablamos de falta de información, pero también de fraudes.

-Hay tres tipos de problemas: comerciales que ofrecen información incorrecta o inconexa; fraude cuando falsean datos y nos hacen firmar con una compañía distinta (de la que nos han informado); y delincuentes comunes que se hacen pasar por técnicos o comerciales para acceder a nuestro domicilio.

- ¿Cuántas denuncian reciben al día por este tipo de prácticas?

-En la oficina de consumo recibimos entre 70 y 80 consultas al día, de las que un porcentaje alto son sobre suministros eléctricos. De estas, un gran número están relacionadas con altas fraudulentas. El año pasado, de todas las consultas sobre suministros eléctricos, alrededor de un 40% fueron sobre estas prácticas. Las altas fraudulentas son un problema social importante.

- ¿Cuál es el perfil de las víctimas de estas altas fraudulentas?

-Hay casos de gente joven, de mediana edad?pero el perfil más claro es a partir de 65 o 70 años. También el de personas con algún tipo de diversidad funcional.

- ¿Qué recomendaciones debemos seguir para evitar estos fraudes?

-Lo primero es pedir al comercial que se identifique. También reclamar por escrito toda la información que nos están dando de palabra y comprobar que es la misma empresa la que se incluye en la documentación. Además, nunca hay que firmar nada: un engaño muy frecuente es pedir a la persona que firme para acreditar que se ha realizado la visita, pero en realidad lo que están haciendo es que rubriques un contrato. Juegan mucho con la bondad de las personas.

- En muchas ocasiones por desconocimiento de nuestros derechos como consumidores.

-Es importante que los consumidores conozcan sus derechos. Por ejemplo la gente tiene que saber que el hecho de que nos digan que es una oferta para ahora mismo es una práctica abusiva: no existen ofertas para hoy en la compra a domicilio. Las ofertas tienen siempre un plazo de validez. También que en el caso de venta fuera de establecimiento mercantil normalmente se desconoce que existe un plazo de desistimiento de 14 días naturales y que este plazo puede aumentar considerablemente si no nos informan previamente del mismo. El derecho a desistir no nos lo pueden negar: tenemos derecho a ejercerlo enviando un burofax o una carta certificada a la empresa diciéndole que acudan a retirar los productos dentro de ese plazo de catorce días porque no nos interesan. La prueba de que se ejecuta el desistimiento dentro del plazo es del consumidor, por lo que es importante guardar el justificante de haberlo solicitado en plazo.

- Otro tema problemático son las compras por internet.

-Es otro tema preocupante. La gente está comprando a una empresa sin saber exactamente donde está, a veces a países donde no se aplican las normas de protección a consumidores de la UE. Por eso recomendamos asegurarse del país donde estamos comprando, leer las condiciones generales y exigir el plazo de entrega.