Colombia tiene la oportunidad de construir la paz, pero no puede olvidar las realidades que causaron el conflicto. "La paz sólo puede venir de la mano de la justicia social", resumen Alejandro Quiñoá, delegado de la Asamblea de Cooperación pola Paz (ACPP) y responsable de sus proyectos en Colombia.

Más allá de los acuerdos de paz suscritos por el presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el país sudamericano necesita un reparto equitativo de la tierra para sentar las bases de un futuro duradero sin armas. "La paz no es solo ausencia de guerra", asevera Quiñoá.

En esta construcción de una nueva Colombia es imprescindible abordar la problemática de la tierra: miles de hectáreas han sido usurpadas a los campesinos durante más de medio siglo de un conflicto que ha afectado directamente a un 15% de la población colombiana.

El trabajo de Cooperación pola Paz consiste a acompañar y asesorar legalmente a las entidades locales y ciudadanos que trabajan en la restitución de sus tierras. "Es un proceso muy complejo", señala Quiñoá. Las víctimas deben aportar documentos o testigos que acrediten que esos terrenos eran suyos y después demostrar que les fueron arrebatados ilegalmente para así lograr que la justicia determine la reversión de la titularidad o una compensación económica.

Este proceso de restitución en un país todavía militarizado, con guerrillas y paramilitares aún en las calles, resulta con frecuencia demasiado peligroso: desde 2012, un total de 18 personas vinculadas al trabajo de la Asamblea han sido asesinadas. Decenas de Berta Cáceres que son silenciados por defender el derecho a la tierra.

Pese a las dificultades, la entidad gallega está convencida de la importancia de su labor y continuará realizándola a lo largo de los próximos años. "No se puede asentar el desarrollo sin una sociedad civil fuerte", apunta el responsable de la Asamblea, cuyo trabajo se centra en el departamento de Antioquia, donde colabora con la entidad local Forjando Futuros.

Entre todos están intentando construir una nueva Colombia sobre los pilares de la "reparación, la justicia y la verdad".