La Dirección Xeral de Patrimonio no es el único organismo que exige correcciones al proyecto de reforma de Alfonso Molina elaborado por el Ministerio de Fomento, ya que también las reclaman organismos como la Empresa Municipal de Aguas coruñesa (Emalcsa), el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), la Universidad y la Consellería de Infraestruturas mediante sus respectivos informes sectoriales, a lo que se unen las alegaciones presentadas por el Concello.

Estas últimas consisten en las "propuestas de mejora que habían sido acordadas" con el ministerio durante las negociaciones con el Gobierno local, según informó el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, tras ser presentadas. El objetivo de estas actuaciones garantizar las condiciones de seguridad, funcionalidad y accesibilidad de la avenida para peatones, ciclistas y conductores, así como reducir la contaminación acústica y ambiental en el entorno. También advierte el Concello de que en las conversaciones con Fomento, el ministerio se comprometió a que el proyecto garantizase la sostenibilidad y que correría con los costes necesarios, por lo que considera que este aspecto debe ser incorporado al documento.

Por otro lado, el informe remitido al Ministerio de Fomento también destaca la necesidad de conseguir "un diseño que resulte más respetuoso con los elementos patrimoniales incluidos en el entorno de las actuaciones", ya que considera que se omite la existencia de bienes sujetos a protección, como los hórreos y el crucero de San Vicente de Elviña y el territorio histórico del Camino Inglés.

El Concello aprecia defectos en la integración de los itinerarios ciclistas y peatonales con las pasarelas y las paradas de bus, ya que existen franjas de terreno reservadas a itinerarios peatonales "que discurren de forma paralela a la calzada pero sin integrarse con ellas". También se señala que las paradas de bus "quedan muchas veces aisladas" de los itinerarios peatonales", lo que a juicio del Gobierno local "dificulta su utilización y pone en riesgo la seguridad".

Este hecho lleva al Ejecutivo municipal a considerar que la falta de seguridad de algunas paradas es uno de los principales problemas del proyecto, ya que su ubicación fuerza a los transeúntes a utilizar caminos sin las condiciones necesarias. A esto hay que unir que los recorridos para los ciclistas y los peatones no aparecen diferenciados, cuando sí lo estaban en el acuerdo alcanzado con Fomento.

La ubicación de las propias paradas del transporte urbano es también mencionada en las alegaciones, ya que hay cinco que están afectadas de forma directa y otra más de modo indirecto, la situada junto a la futura pasarela de Pedralonga. Para el Concello su situación genera problemas de accesibilidad y seguridad porque el proyecto las ubica en zonas de la calzada que están cebreadas, y para acceder a ellas en algunos casos hay que cruzar parte de la carretera, lo que supone un problema de seguridad para los peatones.

Las pasarelas proyectadas para los peatones y las bicis deben ser mejoradas en el proyecto, según el Concello, para el que deben ser un elemento que favorezca la movilidad en toda la zona, por lo que reclama que las sendas para ambos tipos de desplazamientos tengan continuidad a través de esas infraestructuras. Por esta razón, se plantea que el ancho de las pasarelas sea el mayor posible para adaptarse al de los itinerarios peatonales y ciclistas y tenga un mínimo de cuatro metros.

El diseño de la pasarela de Pedralonga merece un apartado especial, según el Gobierno local, que propone que su rampa sea construida "de forma análoga a la que tiene la fábrica de armas, lineal y siguiendo el recorrido natural hacia el centro comercial Alcampo". En las alegaciones se señala además la necesidad de que se prevea la instalación en este lugar de una parada de autobús, cuya marquesina debe integrarse en el conjunto. Para los responsables municipales, la pasarela debe estar "prevista en una separata del proyecto, de manera tal que se pueda proceder a su licitación y ejecución al margen de la actuación principal y de manera inmediata", según asegura que se pactó con Fomento.

Al haberse alcanzado ese acuerdo con el ministerio, el Gobierno local estima que la construcción de la pasarela de Pedralonga debe aparecer en el proyecto definitivo de Alfonso Molina como una actuación "preferente", por lo que reclama al Ejecutivo central que cumpla su compromiso. Los problemas existentes para la movilidad peatonal y ciclista entre Palavea y Pedralonga justifican la instalación de un paso elevado sobre la avenida, que es además una reivindicación histórica de los vecinos de la zona.

La protección ambiental también es motivo de alegaciones por parte del Concello que califica de "genérico" sobre esta materia al proyecto de reforma de Alfonso Molina al considerar que no hace una definición exacta de las obras que se acometerán para instalar zonas verdes a ambos lados de la calzada. Sobre las especies vegetales seleccionadas para esos espacios, se menciona que no son las adecuadas y que además la inversión prevista es reducida, ya que los 247.266 euros presupuestados para restauración paisajística y jardinería de la zona afectada son considerados insuficientes incluso para dar una solución similar a la ya existente.

Otra de las cuestiones que menciona el Gobierno local es que el firme de la avenida esté compuesto por una mezcla asfáltica que retenga metales pesados y neutralice los gases procedentes de la combustión de los vehículos, lo que a su juicio conseguirá una mejora ambiental importante mediante la reducción de la emisión de gases invernadero a la atmósfera y una mayor calidad del aire.

Los ruidos que generará el tráfico en la avenida son motivo de preocupación también para el Concello, que señala que el proyecto de Fomento no detalla qué actuaciones se realizarán. Sobre este asunto se destaca que fue el propio Gobierno local el que advirtió al ministerio acerca de la importancia de este problema en la ciudad, que le llevó a aprobar el pasado verano un Plan de Acción en Materia de Ruidos.

También se señala que no está previsto el alumbrado de los itinerarios peatonales y ciclistas, además del mobiliario urbano. como bancos, papeleras y alcorques para los árboles. El Concello califica además de "imprescindible" que se mantengan los árboles existentes en el margen derecho de la avenida en sentido de salida a la altura de Carrefour y San Vicente de Elviña, ya que el plan general de A Coruña obliga a conservar el arbolado en los espacios libres públicos.

En las alegaciones se recuerda que estos ejemplares "contribuyen a mitigar el impacto ambiental" de infraestructuras como Alfonso Molina y que favorecen su integración en los barrios.

En el informe sectorial del Adif están motivadas por la proximidad a Alfonso Molina de la vía férrea que comunica las estaciones de San Cristóbal y San Diego, que incluso discurre bajo ella. El proyecto prevé que para la ampliación de la calzada se expropie una finca de 4.667 metros cuadrados situada en el polígono del parque ofimático y que en la actualidad pertenece al Concello. Mediante los acuerdos alcanzados por el Adif con la administración municipal, de ese terreno se deberán ceder 2.932,59 metros cuadrados al organismo ferroviario, que contará con una edificabilidad de 12.199,20 metros cuadrados.

Esta situación le lleva a reclamar que si finalmente es necesario expropiar esos terrenos para reformar la avenida, Fomento tenga en cuenta la edificabilidad aprobada por el Concello para los mismos a la hora de calcular su valor. Si finalmente no se ejecuta esa expropiación, Adif recuerda al ministerio que debe restituir en el lugar las conducciones de servicios existentes ahora, en especial las de electricidad y gas, con el fin de que pueda edificarse en el lugar.

Emalcsa centra su informe en la pasarela peatonal de Pedralonga, ya que advierte de que al no figurar en el proyecto inicial para la reforma de la avenida, este organismo no dispuso de datos sobre su diseño y ubicación hasta que se abrió el periodo de exposición pública. Al observar el documento, la compañía de aguas aprecia que uno de los pilares de la pasarela coincide con el trazado de una de las conducciones principales del municipio, de 700 milímetros de diámetro, así como con una arqueta en la que se encuentran válvulas de maniobra.

Este hecho obligará a Emalcsa a efectuar un corte de agua de importancia en la ciudad ante la imposibilidad de sustituir solo un pequeño tramo de la tubería, ya que su tamaño obliga a que su trazado no efectúe quiebros para garantizar que su funcionamiento sea correcto y los trabajos requerirán además tiempo para vaciar la conducción tanto de agua como de aire.

La empresa advierte a Fomento de que la instalación de la pasarela deberá realizarse con la "debida diligencia" para que no afecte a otras dos tuberías de 800 y 300 milímetros respectivamente, de forma que se garantice el suministro de agua a una población de 300.000 personas, según figura en el informe. Emalcsa señala además que la empresa adjudicataria de las obras tendrá que ponerse en contacto con ella antes de ejecutarlas para revisar el proyecto y que los enlaces de las nuevas conducciones deberán ser efectuados por la propia compañía distribuidora del agua.

La conexión peatonal del campus es la preocupación expresada por la Universidad a la hora de emitir su informe sobre el proyecto de Alfonso Molina, ya que al examinar la posición de las pasarelas previstas, se aprecia que la distancia entre la ya existente y la que se proyecta es de 700 metros. Para el rectorado, es necesario instalar una nueva en medio de las dos para reducir a la mitad el recorrido que deberán hacer los peatones que circulen desde los centros universitarios hacia Matogrande y el parque ofimático.

La Consellería de Infraestruturas advierte en su informe a Fomento de que en Alfonso Molina se hallan cuatro paradas -Carrefour, Elviña, Zapateira y Coca-Cola- de las que hacen uso dos líneas del transporte interurbano que unen la ciudad con Culleredo y Arzúa. El departamento autonómico detalla que si estos puntos se ven afectados por las obras, deberán habilitarse paradas provisionales y posteriormente ser repuestas las originales, con sus correspondientes marquesinas y servicios.

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