La inesperada granizada que cayó ayer por la noche y que apenas duró unos minutos dejó las calles y las aceras blancas y también las bocas abiertas de los que, a esa hora, no se habían abrigado suficiente. Fue sobre las once de la noche, cuando algunas bajaban a pasear al perro, otros a tirar la basura, y alguna se preparaba para celebrar su cumpleaños, cuando el granizo descargó con fuerza. A una joven de Monte Alto, la pilló con el monopatín de camino a casa, así que tuvo que hacer maniobras para no caer y otros se limitaron a retratar con sus móviles y a subir a redes sociales el producto helado del frío de ayer.