El Concello emprende la vía para la demolición de edificios que han quedado a medio construir, resultado de la burbuja inmobiliaria que explotó hace una década. El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, indicó ayer, en Radio Coruña, que hay registrados "16 esqueletos" de hormigón en diferentes puntos de la ciudad.

Estos inmuebles cubiertos de óxido, humedades e incluso pintadas en su interior "no se adaptan al planeamiento urbanístico actual", según el edil. Por eso se ha iniciado el proceso para demolerlos. El primer paso es que las licencias urbanísticas de estos edificios a medio hacer se declaren caducadas. Xiao Varela avanzó que "prácticamente la mitad" de estos esqueletos "ya tienen la licencia caducada".

Una vez vence este permiso de construcción, el Concello puede solicitar que se recupere la legalidad del inmueble. El concejal de Rexeneración Urbana explicó que las "construcciones deben adaptarse al plan de urbanismo actual", y una de las soluciones habituales es la demolición. Si no se cumplen estos requisitos, añade el edil, se sancionará a los responsables.

En el caso de los 16 edificios registrados, algunos pertenecen a la Sareb, el conocido como banco malo. Uno de ellos se encuentra en Vista Alegre, entre la ronda de Nelle y el parque de Santa Margarita. Los vecinos de la zona llevan años luchando contra los propietarios del edificio de cinco pisos sin acabar, pues provoca filtraciones de agua y humedades. Además, se presentaron denuncias por la presencia de okupas y el registro de robos por parte de ladrones que acceden a otras viviendas a través de la estructura abandonada. El concejal de Rexeneración Urbana reveló que la licencia de este inmueble ya está "caducada". Además de los edificios a medio construir del Sareb, hay otros en la ciudad que pertenecen a promotores que están en suspensión de pagos. "Es más difícil llegar a ellos", confesó Xiao Varela.

El verano pasado, el Concello inició una proyecto para la adquisición de vivienda vacía o en estado de abandono, que continuará este año. Compró seis viviendas para ponerlas en alquiler para vecinos con escasos recursos económicos.