El Gobierno local prevé que el primer estudio sobre la modificación de las rutas del bus urbano esté listo para ser presentado "en primavera" y que, a partir de entonces, los vecinos y usuarios puedan hacer sus aportaciones para "mejorarlo" y que la teoría quede lista "en la última parte del año" para que se pueda aplicar a partir de 2019, según explicó ayer el concejal de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz Grandío, a este diario.

"Lo importante y lo que nos va a llevar tiempo es tener el documento pulido en el que se recojan las reclamaciones vecinales de tantos años. Es una red diseñada hace más de treinta años, ya no está adaptada a las necesidades cambiantes de la ciudad", comenta Díaz Grandío, que apuesta por introducir en la ecuación de los buses urbanos "el peso del área metropolitana" para "contemplar la ciudad como parte de un todo".

Una decena de asociaciones vecinales hizo pública el pasado martes su demanda de mejorar las conexiones de los barrios con los hospitales y la Universidade da Coruña. A partir de esta petición colectiva -firmada por las entidades de Novo Mesoiro, Visma, Monte Alto, Os Rosales, Os Castros, Feáns, A Zapateira, Urbanización Breogán, Agra do Orzán y O Ventorrillo-, el Gobierno local anunció que organizaría reuniones con vecinos para documentar sus sugerencias y poder incluirlas en la redacción del nuevo mapa de rutas, encargado a la Agència d'Ecologia Urbana de Barcelona.

"En las últimas semanas se está reforzando la idea de que hay demandas no cubiertas y peticiones no atendidas que tenemos la obligación de afrontar, pero no como un parche, como se ha hecho hasta ahora, sino como una solución integral. La idea es racionalizar el mapa de rutas, evitar grandes recorridos, muchas líneas pasando por unos tramos concretos, lo que hace que haya mucha frecuencia de buses, pero cada uno vaya a un sitio diferente y que vaya poca gente en ellos", comentó ayer el concejal de Mobilidade Sostible, que apuesta por "racionalizar las líneas de bus" y por estudiar "técnicamente" las propuestas de los vecinos "para ver su viabilidad". El nuevo mapa de rutas se basa en que la mayoría de las líneas sean más cortas y que haya intercambiadores en los que se pueda hacer transbordo de una manera rápida y cómoda, aunque, Díaz Grandío defiende que haya líneas directas a centros hospitalarios y también a los polígonos industriales.

"Hay que ganar en fiabilidad en el transporte, que haya más frecuencia y que el usuario pueda ir a la parada casi sin ver la aplicación porque sabe que el bus pasará en poco tiempo. Es uno de los ejes de la propuesta y que colma las expectativas generadas por los vecinos", resume el concejal.

"No todas las líneas ni todos los recorridos van a tener transbordos, pero en los que sea obligado hacerlo, nos tenemos que asegurar de que sea cómodo. Eso significa que pase poco tiempo desde que nos bajamos del bus hasta que nos subimos al siguiente y eso implica aumentar frecuencias en todos los barrios", comenta Díaz, que asegura que se pondrán en marcha medidas para mejorar la movilidad de los buses urbanos, como las vías reservadas a este transporte o los cambios en los ciclos semafóricos. "Habrá dentro de este estudio un análisis minucioso de las vías susceptibles de ser reservadas para el bus y también estudios de onda verde y de los ciclos semafóricos. No va a haber mucha variación con planes anteriores, se va a analizar la nueva red y habrá corredores que, actualmente, tienen mucha carga, que en el futuro no la tendrán", dice Díaz Grandío.