La construcción de la conexión ferroviaria al puerto exterior, cuyo proyecto superó el trámite de impacto ambiental en junio pasado, comenzará en algún momento, pero todo el trabajo que se tiene que desarrollar antes de que las máquinas actúen sobre el terreno para iniciar las obras requiere un proceso que avanza despacio. Las administraciones, con infraestructuras afectadas por el trazado del enlace, mueven pieza sin prisa pero sin pausa. La Autoridad Portuaria solicitó en diciembre al Concello de Arteixo que valide la solución planteada en el proyecto para evitar inconvenientes en el punto de cruce del recorrido del tren con la AC-415, la carretera de titularidad municipal que une A Coruña con la capital del concello a través de Meicende, Pastoriza y Oseiro. Arteixo aún no ha emitido respuesta. La obra ferroviaria debe, además, concretar su financiación.

Esa solución en el kilómetro 2,240 del proyecto constructivo de la conexión, en el que hay una diferencia de cota de 56,76 metros, plantea medidas de control, limitaciones a las voladuras y recubrimientos superiores a los 45 metros para obrar en el trazado, que transcurre a través de túnel y pasa por debajo de una vivienda en el lugar de O Coto, según refleja la documentación del proyecto redactada por la adjudicataria, la UTE Idom-Novotec, y enviada por el Puerto al Concello de Arteixo.

Este documento resalta que la Autoridad Portuaria, como promotora de la obra, debe coordinarse con la Dirección General de Carreteras por las afecciones en bienes, instalaciones e infraestructuras del trazado inicialmente propuesto en la AC-415 y en otros viales, como el CP-0503 que pasa por Suevos, la prolongación del acceso del puerto exterior que deberían entroncar con la tercera ronda y la reposición del vial del polígono de Vío que pasa bajo el Eje Atlántico. La mayor parte del trazado de la conexión transcurre bajo tierra desde Vío y cruza una vez la autopista AG-55 y la carretera AC-415 y dos la AC-15, que conduce al puerto exterior.

Otro de los ajustes a los que se debe adaptar el recorrido del enlace por ferrocarril es con el poliducto que construirá Repsol para transportar la materia prima y los productos elaborados entre la dársena de punta Langosteira y la refinería, cuya declaración de utilidad pública para poder expropiar los terrenos necesarios, aún no ha recibido. La declaración ambiental del proyecto constructivo del acceso ferroviario fue aprobada hace ocho meses y en ella se indica que Repsol y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) deberán "buscar la mejor solución" para ajustar los trazados del ferrocarril y del poliducto y "coordinarse" durante el desarrollo de las obras.

Repsol ya ha reclamado al Puerto que elabore "algún tipo de estudio" que garantice que el enlace del tren a punta Langosteira no afecte al poliducto que construirá entre la refinería de Bens y las nuevas instalaciones portuarias para la descarga de crudo en la dársena exterior. La petrolera todavía no tiene las licencias de obra de A Coruña y Arteixo para desarrollar sus trabajos, por lo que el ritmo al que siguen las tramitaciones motivará que el traslado de gran parte de su actividad desde el puerto interior a Langosteira no se podrá completar hasta los primeros meses de 2019, según los cálculos de la Autoridad Portuaria.