Más de 10.000 kilómetros separan A Coruña de Tete, una ciudad de Mozambique. Su vínculo, sin embargo, se ha fortalecido gracias al proyecto Fintas de Vento. Las escuelas infantiles municipales Carricanta, Os Cativos, Monte Alto y Arela, y el colegio Santa María del Mar se unieron hace unos meses para compartir sus experiencias educativas a través de un blog y enviar ayudas a una escuela que se encuentra en el sureste de África.

La coordinadora de esta iniciativa y profesora en Santa María del Mar, Susana Vázquez, estuvo hace un año y medio en Mozambique. Su viaje le sirvió para conocer otra cultura, pero también para desarrollar nuevos proyectos. Uno de ellos fue la creación de una escuela infantil. En cuanto regresó a casa, reunió a varias escuelas interesadas en ayudar y empezó una campaña de recogida de material. "Entonces pensé que había que ir más allá. No solo donar, sino aprender de ellos y ellos de nosotros. Es decir, compartir", manifiesta Susana Vázquez.

Los cinco centros educativos crearon un blog con el nombre Fintas de Vento, en referencia a las tiras de colores que se mandaron desde A Coruña a Mozambique para celebrar la inauguración de la escuela, que cuenta con 25 niños de entre tres y cinco años. "Ahí explicamos qué es el proyecto, definimos las necesidades que tienen los alumnos de Tete y también compartimos lo que hacemos aquí. Por ejemplo, cómo vivimos el Carnaval o qué solemos hacer con nuestra familias", detalla, y agrega: "Es un intercambio grande. Estamos muy ilusionados".

En la web, además de exponer quienes participan en esta iniciativa y con qué objetivo, se pueden ver fotografías de los niños africanos que disfrutan de una oportunidad educativa. Algunas de las actividades que realizan son similares a las que se desarrollan aquí. "Todos los niños dibujaron cómo es el cielo en sus ciudades", explica.

Los profesores que se han involucrado en este proyecto solidario consideran que, además de servir de ayuda, también transmite valores a los más pequeños. "Es importante que vean que hacen lo mismo que nosotros aunque sea en otro país. También nos ayuda a nosotros a nivel profesional, al conocer otras situaciones educativas, y a los familiares de los niños. Nos enriquece a todos", comenta la directora de la escuela infantil de Monte Alto, Montse Sancho. En Carricanta, el profesor Roberto Carrodeaguas entiende que de esta forma se refuerzan valores como "la solidaridad, la amistad, la igualdad y la tolerancia".

Incluso hay espacio para la creatividad. Un padre de un alumno de Monte Alto compuso la canción del proyecto con el título Baixo o mesmo sol. Y el objetivo es continuar dando pasos adelante. Así lo confirma la coordinadora, Susana Vázquez: "Ya estamos pensando en otro proyecto que será crear una escuela para profesores en Mozambique".