Aunque tienen claro que la mediación no es la "panacea" para todo, Pilar Cortizo y los demás miembros de la Comisión de Mediación impulsada por el Colegio de Abogados están convencidos de que se trata de una herramienta muy útil para resolver conflictos sin tener que acudir a la intervención judicial.

- De los dos expedientes tramitados en 2013 a los 229 del año pasado. ¿Están contentos con el crecimiento de la mediación en A Coruña?

-La mediación no se puede medir en números, es una filosofía que está todavía calando. No me interesan tanto las cifras como el hecho de que se trata de un crecimiento progresivo. Va aumentado y la gente que viene a mediación, aunque solo sea a la sesión informativa, muestra que le gusta esa forma de resolver conflictos.

- ¿Qué razones esgrimen los que deciden abandonar el proceso de mediación?

-Por múltiples factores, algunos no lo consideran conveniente, otros piensan que es mejor que lo resuelva el juez, otros porque no están preparados para un proceso de mediación. Muchos es por desconocimiento.

- Pero año a año las cifras van mejorando.

-Año a año va creciendo, pero a veces el proceso de mediación es beneficioso aunque no se alcance el acuerdo. Muchas veces la mediación hace que la relación entre las partes mejore y después son más proclives a llegar a acuerdos en el proceso judicial. Eso lo tienen constatado en los juzgados.

- Los casos de familia concentran más del 90% de las mediaciones. ¿Por qué?

-Es una materia muy proclive a la mediación, pero nos gustaría, a no tardar mucho, tratar también temas mercantiles porque es un campo en el que la mediación puede ser muy importante, especialmente en asuntos de sociedades o relaciones entre socios que no se pueden permitir esperar a un proceso judicial que en ocasiones dura años.

- ¿Qué aspectos son los más habituales en las mediaciones familiares?

-La guardia y custodia, si es compartida o monoparental con comunicaciones y estancias con el otro cónyuge, medidas relativas a la manutención, al colegio, a la liquidación de gananciales, al impago de pensiones...

- ¿Qué ocurre en caso de que detecten un caso de violencia de género?

-La ley de medicación, que es del año 2012, prohíbe que se lleve a cabo un proceso de mediación si hay violencia de género. Si en algún momento los mediadores perciben que hay algún asunto de violencia de género paralizamos la mediación y remitimos el caso al juzgado. Una de las premisas de la mediación es que las partes tienen que estar en igualdad de condiciones y se entiende que en estos casos hay una desigualdad entre ellas.

- ¿Pueden los mediadores rechazar algún caso?

-Más por código deontológico que por la materia en sí. Lo que es imprescindible es que el mediador sea objetivo y neutral.

- Pero en ningún caso el mediador sustituye al abogado.

-Para nada suple al abogado. El mediador únicamente acompaña a las partes para que alcancen ese acuerdo, pero luego esos acuerdos hay que documentarlos, llevarlos ante el juez... los mediadores no tramitan la separación. El abogado tiene su papel y el mediador no puede suplirlo.