Cuando Dong Hyun Park llegó a A Coruña no sabía casi ni dónde estaba en el mapa. Quería viajar a España y, como su universidad, la Soong-Sil University (Corea del Sur) tenía un convenio con la coruñesa, ni se lo pensó. Hizo las maletas y se vino a estudiar el sistema biométrico en Ingeniería Informática a un lugar que le sorprendió por su clima, por la afición al surf, por la comida, porque "todo el mundo sabe nadar" y porque "hacer top less en la playa" es normal. No sabía que tan lejos de casa se reencontraría con algunos de los productos que tantas veces había visto en las estanterías de los comercios de su país y que desconocía que habían nacido en esa esquinita del mundo que ahora le acoge.

Lo primero que le sorprendió, por supuesto, fue saber que Zara, la marca que allí compran si pueden, cuando tienen que asistir a un acto especial, tenía sus raíces en A Coruña. "Es más barata la ropa aquí que en Corea", explica Dong Hyun Park, que puso por primera vez un pie en Europa cuando aterrizó para instalarse en A Coruña.

Sonríe cuando ve las latas de patatas Bonilla porque, de donde él viene, es casi como "un artículo de lujo", un aperitivo que no tiene bolsas pequeñas para comer en la merienda sino que se comercializa en las latas, que son, para los puristas, "las más ricas".

No hay más que entrar en las redes sociales de la empresa para ver la fascinación que suscitan sus patatas en Corea. La etiqueta #bonillaalavista en Instagram tiene más de 1.700 publicaciones, la mayoría de ellas, con fotografías de coreanos que comparten felices su momento Bonilla.

Algo similar pasa con Feliz Feroz, el libro escrito por El Hematocrítico e ilustrado por Alberto Vázquez, que va por su décima edición en Corea, una más de las que se han editado en España. Cuenta su autor, Miguel Ángel López, que nunca se podría haber imaginado todo lo que este libro ha crecido al otro lado del mundo. Primero, fue incluido en una lista internacional de los mejores libros infantiles del año, después, la escritora coreana Ana Van Vrancken, que es también influencer gracias a su perfil Anawithyou -tiene 11.100 seguidores en Instagram- lo vio en su editorial, lo compartió en sus redes sociales y le dijo que le gustaría adaptarlo a su idioma, porque ella sabía español. Unos correos electrónicos después, Lobito, el sobrino de Feroz, que es buenísimo y que disfruta haciendo pasteles y aborrece los sustos, empezó a expresarse también en coreano.

La aventura no acabó ahí, cuando iba ya por su quinta edición, lo eligieron para el campeonato nacional de resumen, un certamen en el que participan estudiantes de Primaria y que es, según explica El Hematocrítico, "importantísimo" en el país. También sonó en la embajada española en Seul, porque los pequeños de ambas orillas compartieron su lectura en un acto de confraternización.

A diario le llegaban a Miguel Ángel López imágenes de los pequeños coreanos disfrutando con su libro, en pijama, en la mesa, con gatos abrazados a su amigo de papel y, entonces, nació la obra de teatro de Feliz Feroz, un proyecto para la enseñanza de alumnos con necesidades especiales. Sus mismos pasos sigue ahora Agente Ricitos, su segundo título infantil, que ya va por la tercera edición en Corea.

Pero, ¿por qué gustó tanto el libro? La mejor para explicarlo es Ana Van Vrancken. Cuando López le hizo la misma pregunta, asegura que respondió que, lo primero que le llamó la atención fue la ilustración, ese "lobito de ojos rasgados", que bien podría ser, como parte de sus lectores, coreano.

Desde la calle del Orzán, desde la oficina de From Galicia Group salen también vinos hacia Corea del Sur, contenedores enteros que surcan los mares para ser servidos en restaurantes y supermercados. "Son un público muy acostumbrado a beber cerveza, pero están aprendiendo a apreciar el vino", explica Carmen García, la responsable de las exportaciones en Asia. Desde la calle Orzán salen, sobre todo, el rioja 2 Kisses y el Ribeira Sacra Boapeza. Y, si es un país tan cervecero, ¿no consumen Estrella Galicia? Fuentes de la empresa explican que sí, que llevan en Corea del Sur desde 2011 a través de un distribuidor local y se venden tanto Estrella Galicia como Estrella Galicia 0,0 en enseñas de alimentación y locales de hostelería. Las cantidades varían según los años y la demanda que tengan.

Otra de las marcas que definen a la ciudad y que Dong Hyun Park le sonaba un poquito cuando llegó a la ciudad es el Dépor. Fuentes del club indican que, durante el último año y medio, se realizaron seis ventas a través de la web de la Deportienda. Cinco personas compraron camisetas del equipo, algunos la oficial de la temporada, los demás, la gris, la que recordaba a la primera elástica de la formación.