Un 55% de las medidas impuestas contra menores en 2016 en Galicia se correspondieron con sanciones de libertad vigilada. Un total de 450. "Es tal vez la medida de reinserción más completa y la que, a priori, mejor se adapta a las necesidades de reeducación de los menores", explican fuentes de la Fiscalía Superior de Galicia. Entre los menores, los trabajos en beneficio de la comunidad son algo minoritario, apenas el 4,8% de todas las dictadas en 2016.

"El sistema penal de menores es mucho más flexible, el juez puede modular la sanción impuesta inicialmente y además aquí sí opera la libertad vigilada, por lo que el espacio a desempeñar por los TBC es bastante menor", apunta el experto en Derecho Penal de la Universidade da Coruña (UDC), José Ángel Brandariz.

La libertad vigilada resulta más efectiva: se asegura de que el menor asiste al colegio y participa en programas formativos y culturales.