El nuevo plan de movilidad que la Agència d'Ecologia Urbana de Barcelona ha diseñado para el Concello plantea que los buses metropolitanos y los urbanos formen parte de la misma red para dar un mejor servicio a los usuarios. El director de la firma, Salvador Rueda, Salvador Rueda explica que, a falta de cerrar "los últimos flecos", el documento apuesta por que las líneas metropolitanas se comporten como urbanas cuando entren en la ciudad, de modo que hagan las mismas paradas establecidas para los buses que solo circulan por el término municipal.

Para que esta medida sea funcional, según Rueda, las líneas han de distribuirse en tres tipos: exprés, semiexprés y locales, que serán las que hagan todas las paradas de la ruta. "Es como el metro de Nueva York, dependiendo de donde quiera uno bajarse, tendrá que coger una línea exprés o con paradas. Es una tontería tener que parar continuamente si el viaje que se quiere hacer es de un punto a otro. Nosotros ya lo hemos ensayado en otros lugares y va fantásticamente bien", explica Rueda a este diario.

Lo que queda por definir todavía es qué marcará el carácter exprés, local o mixto de cada una de las líneas, ya que se podría hacer por horario o teniendo en cuenta otros criterios, como la ruta.

El plan de movilidad, según adelantó el concejal de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz Grandío, se presentará en primavera, se someterá a un proceso de exposición pública para recibir las aportaciones de los usuarios hasta finales de 2018 y se empezará a poner en marcha a principios de 2019, año en el que se celebrarán elecciones a la Alcaldía.

El plan de movilidad plantea que los buses cuenten con rutas más cortas que las actuales y que haya más transbordos para que, desde cualquier punto de la ciudad se pueda llegar a otro y que, cada 300 metros, aproximadamente, haya una parada de bus. Tal y como solicitaron las entidades vecinales, el plan incluye también rutas sin transbordos a los hospitales.

"Hay líneas de penetración principales, pero también municipales que confluyen en el mismo espacio, por ejemplo, Entrejardines. Lo que nos interesa es que esa línea se comporte no solo como metropolitana sino también como urbana, de modo que [un usuario que se haya subido en Sada, por ejemplo] pueda ir por las paradas establecidas", resume Rueda, que es partidario de hacer el cambio del sistema "de un día para otro", aunque deja la decisión en manos del Gobierno local.

Para que esta nueva red de comunicaciones funcione y se potencie el transporte público en la ciudad, Rueda asegura que es necesario que haya vías reservadas a la circulación de los buses, ya que garantizarán que pasen con más frecuencia.

"A nivel técnico siempre digo que, cuando en una vía tenemos una frecuencia de paso de transporte público con más de doce pasos por hora, es decir, con un autobús cada cinco minutos, ahí se debe implantar un carril bus. A no ser que lo que nos interese sea potenciar el transporte privado", dice Salvador Rueda, que alerta de que el área metropolitana coruñesa tiene más coches que la de Barcelona y de que, allí, hay más de 3.500 muertes prematuras cada año, tantas como las que se producen derivadas de los ruidos. "Se mueren pero no se ven. Los ataques al corazón no se producen porque sí. Uno de los factores principales de las subidas de tensión es el ruido", argumenta.

El precio del bus no se incrementará por la puesta en marcha del nuevo sistema, según el coordinador del plan, el aumento de usuarios sufragará el coste de las mejoras que se introduzcan en el servicio.