Los primeros 46 alumnos de la residencia pública Elvira Bao para estudiantes de la Universidad de A Coruña (UDC) podrán comenzar a utilizar esta infraestructura el próximo mes de mayo, aunque habrá que esperar hasta el inicio del próximo curso escolar, en septiembre, para que las 118 plazas con las que contará el centro estén disponibles.

"El inicio del curso académico debe ser un inicio ya con la residencia Elvira Bao", aseguró la vicepresidenta de la Diputación de A Coruña, Goretti Sanmartín, quien visitó ayer las obras junto al rector de la UDC, Julio Abalde. Ambos responsables destacaron la importancia de este proyecto para saldar una "deuda histórica" con la universidad de A Coruña, la única de Galicia sin este servicio de alojamiento para estudiantes universitarios.

Las obras de la nueva residencia, que comparte espacio en el centro Calvo Sotelo con los alojamientos de la Diputación para estudiantes de Formación Profesional, están ya casi listas. Las habitaciones, pintadas de verde, con plato de ducha y calefacción, esperan ya a los primeros alumnos. En total serán 2.200 metros de superficie construidos, en los que se distribuirán 60 cuartos, todos dobles a excepción de dos habitaciones individuales y adaptadas para personas con movilidad reducida. La adjudicación de las plazas para la residencia seguirá criterios similares a los empleados hasta este curso para la asignación de las ayudas al alojamiento.

La construcción de esta residencia, una de las demandas históricas de la comunidad universitaria coruñesa, tenía un presupuesto inicial de dos millones de euros, a los que la Diputación tuvo que añadir un modificativo extra por valor de medio millón de euros para hacer frente a las humedades detectadas en una de las alas del edificio, levantado a mediados del siglo XX. Una vez terminadas las obras, los gastos de mantenimiento de la residencia correrán a cargo de la UDC, que destinará el presupuesto que hasta ahora utilizaba para ofrecer ayudas al alojamiento para estudiantes.

Ambas instituciones están trabajando, en palabras de la vicepresidenta, "en fórmulas de colaboración" para gestionar los servicios comunes, como los de comedor o lavandería, de manera que los estudiantes de ambas residencias ubicadas en el Calvo Sotelo puedan compartir estos espacios.

Aunque las primeras plazas estarán disponibles en mayo, la previsión es que las 60 habitaciones sean ocupadas con el inicio del nuevo año escolar.

Esta infraestructura "es crucial" para el crecimiento de la UDC, ya que permite al centro coruñés ser "más atractivo" para los estudiantes en movilidad, para el profesorado y para las actividades de verano. "Nos abre más posibilidades", sentenció el rector.