El día después de las manifestaciones multitudinarias en la ciudad en defensa de la mujer y de la igualdad mira más allá del 8 de marzo. A las protestas por las discriminaciones y la reivindicación feminista deben seguir la concienciación auténtica de la sociedad y la acción eficaz de las leyes y las políticas. Este es el mensaje común que suscita en la Corporación local el éxito logrado este jueves por las dos marchas convocadas en el Día Internacional de la Mujer, en las que participaron, según los cálculos de la Policía Local, más de 33.000 personas.

La enhorabuena por la implicación se conjuga con la esperanza de que se cierren las brechas que diferencian a los hombres de las mujeres. La concejal de Igualdade e Diversidade, Rocío Fraga, en primera línea de la marcha que partió del Obelisco, hizo un llamamiento al Gobierno central y a la Federación Española de Municipios y Provincias para que los ayuntamientos puedan "acceder" a las partidas para fondos y personal "supuestamente" reservadas para el pacto de Estado contra las violencias machistas, "que están paradas".

Fraga, que subrayó que el jueves "triunfó la gente por encima de las organizaciones y de los partidos", avanzó que, en representación del Concello, defenderá a comienzos de abril en una reunión ya convocada los criterios que determinen que el pacto de Estado pueda contar con inversiones en políticas que contribuyan a la igualdad de género.

La portavoz municipal del PP, Rosa Gallego, se mostró satisfecha por la presencia masiva de manifestantes, pero reclamó que "la lucha por las mujeres dure los 365 días del año" y censuró la manipulación política de la causa: "Lo que no me gusta es la presencia de banderas y partidos políticos. Está muy bien salir a la calle y protestar, pero a título individual, no político", dijo Gallego, que justificó su ausencia en las marchas: "No me gusta eso de yo asistí, yo no asistí".

El matiz político también fue criticado por Rocío Fraga, quien reclamó "colaboración no paternalista" entre movimientos feministas de la ciudad para no mostrarse dividido. La marcha que arrancó a las siete de la tarde desde el Obelisco la promovió la Plataforma Feminista Galega y la otra, que arrancó desde la plaza de Pontevedra media hora después, la impulsó la Marcha das Mulleres, el BNG y la CIG.

Desde el PSOE, su portavoz, José Manuel García, presente en el Obelisco, vaticina que el éxito de las convocatorias del jueves "marcará un nuevo tiempo" en la reivindicaciones de igualdad. Resaltó la "demostración de fuerza a la sociedad" hecha por las mujeres con el respaldo a las manifestaciones y reclamó una respuesta institucional. "Es una realidad incontestable la necesidad de pautar cambios para promover la igualdad de la mano de las modificaciones y los desarrollos legislativos. El cambio no hay quien lo pare", comentó García.

De forma similar valoró el BNG las dos marchas, conforme con la respuesta de los ciudadanos y con el trabajo de los organizadores de cada una. "El 8-M no puede acabar en el 8-M. Llamar a la igualdad tiene que traer recursos y políticas transversales concretas hacia ese fin. No basta con anunciar decretos ley si no se aplican", dijo la portavoz, Avia Veira, que inició la marcha desde la plaza de Pontevedra.