Toda precaución es poca ante una fuerte borrasca. En previsión de que las rachas de viento de Félix castiguen los elementos urbanos de la ciudad, la Policía Local reforzó incluso la protección de las señales de tráfico movibles que prohíben el aparcamiento con pesadas piedras sobre sus pies o atándolas a postes fijos y farolas, como se pudo comprobar en más de una zona del paseo marítimo.