Los efectos de la borrasca Félix en la ciudad el pasado fin de semana consistieron en daños materiales menores, algo más de 60 incidencias registradas por los bomberos y la Policía Local entre las 13.30 del sábado y las 19.15 del domingo, las horas en las que el temporal de viento y lluvia golpeó con más fuerza. No hubo que lamentar percances que afectasen a grupos numerosos de vecinos y la caída de elementos u objetos urbanos no alcanzó a viandantes, según el balance municipal de sucesos por motivos meteorológicos.

Las vallas o cierres metálicos de obras y de fincas o solares derribadas y desplazadas por el viento fueron el incidente más habitual durante el paso de Félix, hasta en 20 ocasiones. En una misma calle, Dolores Rodríguez Sopeña, el viento derribó tres vallas al mismo tiempo e impidió el paso de los vehículos, y en otra, Juan Flórez, cayeron tres en diferentes puntos. En la avenida de Gran Canaria y en Mariscal Pardo de Cela se fueron dos al suelo. Unas vallas cayeron sobre la calzada y otras en la acera, alguna incluso encima de un coche, y otras no llegaron a desprenderse de su ubicación pero se soltaron.

Otros elementos agitados por el viento, que provocó rachas superiores a los 100 kilómetros por hora estos dos días, fueron señales de tráfico, carteles y rótulos, canalones, cascotes de fachadas, uralitas de paredes y cubiertas, tejas, antenas de televisión, ramas de árboles, contenedores de basura y de obra, losetas, cables del tendido eléctrico, un andamio, un tendal, una ventana, una farola y una chimenea que estuvo a punto de tocar la calle en la calle Venezuela.

Hubo además el aviso de una vecina por una grúa de obra que en vez de estar en posición de veleta estaba fija, lo que supone mayor riesgo para su estabilidad en caso de fuerte viento. Y un surfista se atrevió a cabalgar las olas frente a la playa de Oza, que tras estar a la deriva sin poder alcanzar su tabla fue auxiliado desde una lancha antes de que intervinieran los cuerpos de seguridad municipales desplazados.

Monte Alto, Adormideras, Pescadería, Ensanche, San Roque, Sagrada Familia, O Ventorrillo, Birloque, Os Mallos, A Falperra y Elviña segunda fase fueron los barrios donde se localizaron las principales incidencias. En esta zona, en la calle General Rubín, la caída de 25 metros de un andamio obligó a cortar la vía al paso de los peatones y los vehículos.

Más llamativa resultó la intervención de los bomberos en el estadio de Riazor, del que se desprendió un metro de uralita de la cubierta en la esquina entre las gradas de Pabellón y Tribuna el domingo por la mañana. Una grúa de grandes dimensiones se elevó sobre el recinto para hacer comprobaciones.

El acceso a las playas y a los parques y jardines estuvo cerrado a los ciudadanos del sábado a mediodía hasta el domingo por la noche.

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