"A Coruña es una ciudad construida por mujeres. Desde siempre: desde el mito fundador hasta la actualidad". A través de hilos que enlazan a unas mujeres con otras, el escritor ourensano Chisco Fernández Naval repasó en la Asociación Cultural Alexandre Bóveda la trascendencia histórica que medio centenar de mujeres nacidas o que vivieron en la ciudad han tenido en su desarrollo. De Teresa Herrera a las cigarreras de Tabacos, de Marcela y Elisa a Luísa Villalta.

Bajo el título A Coruña: feminina e plural, el autor saltó, siempre a través de líneas que vinculan a unas mujeres con otras, del ámbito sanitario al social, de la literatura a las artes plásticas pasando por la música, de la política al sindicalismo. "La trascendencia de las mujeres en hacer de A Coruña la ciudad que es, su ser femenino, ha sido importante y no siempre visible. Los reconocimientos de unas son obvios, pero otras merecían más mención", comentó Fernández Naval. Estas fueron algunas de las mujeres a las que aludió en su charla y de las que recordó su participación en la evolución de la ciudad.

María Pita. El "símbolo" de la ciudad, la heroína que la defendió del ataque de la Armada británica en 1589. El escritor recuerda también a otras mujeres que resistieron junto a María Pita, como Inés de Ben, fallecida en la batalla contra las tropas dirigidas por Francis Drake, dejada de lado en los documentos históricos.

Teresa Herrera. Fundadora del hospital de huérfanos en la calle Hospital. Las mujeres de la congregación de la Virgen de los Dolores de San Nicolás retomaron su idea en el desarrollo del hospital. Fernández Naval resalta que en el Hospital de la Caridad trabajó como enfermera y después como rectora Isabel Zendal, que participó en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de Francisco Xavier Balmis cuidando a los 22 niños de la Casa de Expósitos que viajaron a América.

Concepción Arenal. Otro vínculo entre las mujeres reseñadas. La escritora y activista, destinada como visitadora de prisiones en la ciudad, publica las obras Carta a los delincuentes y La voz que clama en el desierto, editadas en la imprensa del hospital. Posteriormente Juana de Vega asumirá el mantenimiento de la instalación.

Las cigarreras de Tabacos. Las operarias de la Fábrica de Tabacos, donde llegó a haber 4.000 trabajadoras, lucharon por sus derechos en muchos conflictos en la historia de la planta. Organizaron el sindicato la Unión Tabaquera y construyeron una sede social. Naval destaca la actividad del colectivo como germen de una "tradición sindicalista anarquista" en el Estado, con gran participación femenina.

Marcela y Elisa. "No sé si se van a poner ahora de moda", admite el escritor, aludiendo a la película que prepara la cineasta Isabel Coixet, respecto a las mujeres que se casaron fingiendo ser una pareja no homosexual, quienes se conocieron cuando estudiaban para ser maestras en la Normal. "Hay muchas mujeres que tienen su protagonismo en su reivindicación de su derecho a ser libres", recuerda Naval.

Compositoras. "Muy pocos conocer a creadoras de música y canciones como Eugenia Osterberger, Pilar del Castillo o la soprano María Luisa Nache. El autor las recuerda como figuras escondidas en una época en la que el trabajo artístico de algunas mujeres aparecía firmado con el nombre de hombres o simplemente era silenciado.

Amparo López Jean. "La primera mujer del Partido Galeguista es de A Coruña". Así presenta el escritor a Amparo López Jean, también presidenta de la Agrupación Republicana Femenina de la ciudad. "Respondió a una especie de marea en la que las mujeres reclamaban su espacio", recuerda.

Sofía Casanova. Poeta, novelista y periodista, la primera española que se convirtió en corresponsal de guerra en un país extranjero, Ejemplo, destaca Naval, del "crecimiento y del hacerse a sí mismo", de una ciudad en la que se desarrolla el "sentido del libre pensamiento".

María Miramontes. Reivindicada por Naval, esposa del editor y político Ángel Casal, por ser la única mujer que aparece en las Cortes el día en el que se presenta y se aprueba el Estatuto de Autonomía de Galicia, en 1936. Militó en As Irmandades da Fala y "ayudó a tejer una literatura".