Para el presidente de la asociación en defensa del mercado de Elviña, Pablo Barbeito, lo más importante para conseguir que los mercados no desfallezcan es que haya inversión para "modernizar" las instalaciones y para "adaptarlas a las necesidades de los clientes". Pone por ejemplo que la plaza de Elviña cuente con "consignas de frío". Algo así como unas taquillas en las que los placeros puedan dejar los pedidos para sus clientes y que ellos puedan recogerlos fuera del horario de apertura del mercado sin que el producto rompa la cadena de frío. "Así pueden venir cuando salgan de trabajar, aunque los puestos estén cerrados", comenta Pablo Barbeito.

Para la plaza de Elviña hay varios servicios comprometidos, aunque aún no están en marcha, unos obradores y una máquina de hielo para los puestos del mercado. "Los obradores ya tenían que estar funcionando en febrero", explica Barbeito, que es también secretario de la Federación de Prazas de Abastos de Galicia. Incide en que, antes de pedir que los horarios se amplíen o que todos los mercados abran por la tarde, como lo hace el de Elviña, es necesario vigilar que todos los placeros cumplan las obligaciones que tienen actualmente. "Hay que exigir un horario, un uniforme y unas normas. No puede ser que un puesto esté abierto el viernes por la tarde y que, el que está al lado, solo abra de diez a una, porque eso nos perjudica a todos", comenta Barbeito. Solicita también que se actualicen los mapas de los negocios. "Aquí hay un puesto de arreglo de ropa y un zapatero y no lo sabe nadie", explica. Asegura que todos los placeros solicitan, además, que las campañas de dinamización que se diseñen "funcionen", que se publiciten y que, realmente, lleven clientes al mercado.

Propone, además, que el aparcamiento sea más barato ya que los placeros pagan 41 céntimos por cada uno de los tiques que entregan a sus clientes por media hora de estacionamiento gratuito.