Como en cualquier acto en el que participan los miembros de la Casa Real, sus movimientos están controlados de forma continua por el equipo de seguridad de la institución, que sigue sus pasos a cada momento. En la celebración ayer del centenario de Padre Rubinos no podía ser menos, por lo que cuando la reina Sofía se disponía a abandonar las instalaciones, los escoltas advirtieron a los fotógrafos de prensa de que ya no podrían tomar imágenes porque saldría del lugar "encochada", en referencia a que lo haría en un coche, sin conocer el significado que la palabra cocho tiene en gallego, lo que suscitó la sonrisa de los presentes.