La Liquidación del presupuesto de 2017 recoge que el Gobierno local ejecutó 17,56 millones de euros de los 59,97 millones que había presupuestado para todo el ejercicio de 2017 en obras y proyectos. El Ejecutivo tuvo para ejecutarlos siete meses, demorados por la cuestión de confianza a la que se sometió el alcalde para poder aprobarlos. Es un 29% del total, el mismo porcentaje que el año anterior, cuyo presupuesto entró en vigor en junio.

Para evitar que las negociaciones con el PSOE se enfangaran como con el presupuesto de 2016, Marea Atlántica decidió que, si al empezar 2017, ambas formaciones no habían llegado a un acuerdo para aprobar la previsión de ingresos y gastos, vincularían el documento a la continuidad del alcalde, Xulio Ferreiro. En febrero, el regidor municipal perdió la cuestión de confianza pero siguió en su puesto, ya que la oposición no consiguió articular una alternativa a su Gobierno, por eso, en marzo, el presupuesto quedó aprobado de manera inicial y lo hizo de forma definitiva en mayo. Eso sí, con un recorte de 7,6 millones de euros, que solo apoyó el PSOE. La cifra final fue de 237,1 millones de euros.

Los capítulos 6 y 7 de la Liquidación de 2017, que son los que corresponden a las inversiones reales y a las transferencias de capital (obras y proyectos) recogen que el estado de ejecución de estas partidas es del 24% y del 42% respectivamente. El Concello presupuestó un 2,9% más de lo que recaudó en impuestos directos, que son, por ejemplo, el IBI o el de circulación, de modo que esperaba ingresar 99,27 millones de euros y se quedó con 96,35 millones. La recaudación en impuestos indirectos fue superior a lo esperado. Los 7,84 millones de euros que pensaba sumar el Ejecutivo municipal fueron superados en un 7%, es decir, que ingresó 8,4 millones de euros. Uno de estos tributos es el Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO), que superó las expectativas en un 8,1%, ya que recaudó 2,81 millones de euros, 200.000 euros más de la cifra inicial calculada.

La previsión de ingreso por licencias urbanísticas se incrementó un 15%, de los 700.000 euros presupuestados las arcas municipales pasaron a recibir 807.204 euros y, por el concepto de habitabilidad y primera ocupación, el Concello solo ingresó 19.000 euros de los 150.000 que tenía documentados, donde se incluía la entrada de los cooperativistas del ofimático, aún no consumada.

El descuadre entre la previsión de la recaudación por tasas, precios públicos y otros ingresos es de un 9%, de los 48,79 millones que estimaba el Concello que iba a cobrar se quedó con 44,43 millones.

En el apartado de sanciones de circulación, el Concello recaudó mucho más de lo que había previsto. Presupuestó 4,2 millones y contabilizó 5,96 millones, tras la entrada en funcionamiento de cámaras en la Marina. En el apartado de otras multas y sanciones, la cifra inicial se multiplicó por seis, de los 200.000 euros que esperaban recaudar, las arcas municipales cerraron el ejercicio con 1,25 millones de euros. Los ingresos por vía de apremio casi doblan la previsión, ya que, según la Liquidación del presupuesto, el Gobierno local contaba con cobrar 800.000 euros por este concepto, aunque finalmente, el requerimiento a morosos le reportó 1,47 millones. No ingresó nada de los 3,5 millones por venta de solares, que computará este año al formalizar la compra de Estrella Galicia de suelo municipal para su ampliación.

El PP defiende que los coruñeses han pasado de "una inversión de 150 euros por habitante en 2014 [último año completo que estuvo el PP en la Alcaldía] a 71,7 euros en 2017 con Ferreiro, una reducción del 52%", según explica en un comunicado de prensa.